AFP
El eje de su visita será el encuentro con el primer ministro, Shinzo Abe, y el tema del régimen de Kim Jong-Un va a estar necesariamente en la agenda, después de que varios lanzamientos de misiles de Corea del Norte fueran dirigidos contra el archipiélago japonés en los últimos meses.
Desafiando las presiones internacionales y las resoluciones de la ONU, Corea del Norte intentó el domingo sin éxito lanzar un nuevo misil y se teme que el país se esté preparando para llevar a cabo un sexto ensayo nuclear.
Corea del Norte podría anticiparse a la posibilidad de un ataque estadounidense golpeando a Corea del Sur o a Japón, por lo que Tokio y Seúl miran con preocupación la subida de tono del discurso de la administración Trump, cada vez más belicoso.
Durante su visita a la zona desmilitarizada (DMZ), fronteriza entre Corea del Sur y del Norte, Pence aludió a los ataques llevados a cabo por Estados Unidos contra una base siria y contra yihadistas en Afganistán.
"Estas dos últimas semanas, el mundo ha sido testigo de la fuerza y determinación de nuestro nuevo presidente durante operaciones llevadas a cabo en Siria y Afganistán", declaró Pence.
"Todas las opciones están sobre la mesa", para presionar a Pyongyang, indicó Pence, agregando que "la política de paciencia estratégica se ha acabado".
Washington teme que Corea del Norte esté cerca de construir un misil con carga nuclear que pueda llegar hasta territorio estadounidense.
Al igual que Corea del Sur, Japón enfrenta amenazas directas de lanzamientos norcoreanos.
"Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región", dijo Pence en Seúl.
Negociaciones comerciales
En este sentido, Japón va a cuidarse de que una acción por parte de Estados Unidos pueda desencadenar una crisis regional más amplia.
A Tokio le conviene que la Casa Blanca se centre en presionar a China, el único aliado que le queda a Pyongyang, que además es su mayor socio comercial, y que Pekín interceda para que el régimen norcoreano acceda a volver a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear, abandonadas en 2009.
"Con una coordinación estrecha, yo espero que podamos pedirle con firmeza a Corea del Norte que se abstenga de estas acciones provocadoras y que se apegue a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo el portavoz del gobierno japonés Yoshihide Suga.
El viaje también tiene un importante cariz económico.
La decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del tratado de libre comercio TransPacífico (TPP), fue un golpe duro para Abe, que usó gran parte de su capital político para impulsar la iniciativa en Japón.
En Tokio todavía quedan esperanzas de que el núcleo del acuerdo negociado entre Estados Unidos y Japón para intentar hacer contrapeso a la presencia regional de China, pueda ser rescatado.
Pero fuentes estadounidenses afirman que las expectativas de un acuerdo comercial bilateral ambicioso son prematuras.