El Tribunal de menores de Bolonia ha determinado el jueves la suspensión temporal de la patria potestad a los padres de un niño italiano de dos años que necesita una operación de corazón.

Sus papás se oponen a cualquier transfusión de sangre de personas que hayan sido vacunadas contra el coronavirus. La corte ha nombrado un tutor procedente de los servicios sociales del territorio para gestionar temporalmente la emergencia.

El pasado 8 de febrero, un juez de Módena acogió el recurso del hospital Sant'Orsola de Bolonia sobre el caso del niño de dos años, que está aquejado de una cardiopatía. Su familia ha rechazado transfusiones de sangre de donantes vacunados. El juez sostuvo que existen garantías de absoluta seguridad en la sangre suministrada por el hospital, cualquiera que sea su origen, lo que permitiría superar la objeción de los padres que quieren que la sangre provenga de personas no vacunadas.

"Por razones religiosas" 

La abogada defensora de la pareja explicó que sus defendidos "nunca negaron el consentimiento a la intervención y se lo reiteraron al juez", pero pidieron "por razones religiosas", que la sangre de la transfusión viniera de personas no vacunadas. Ahora se espera que el matrimonio impugne la decisión del juez de retirarles la potestad.

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Colegios Médicos (Fnomceo), Filippo Anelli, también ha hecho un llamamiento a los padres del niño. 

"Comprendemos los miedos de los padres, cuando un niño sufre nos aferramos a todo, creyendo que hacemos su bien, para protegerlo. Pero les pedimos que escuchen a los médicos que lo están tratando y que sabrán elegir la mejor terapia para él, sin demorar el tratamiento”, dijo. Anelli precisó que "los protocolos que regulan las donaciones, y que no permiten la elección del donante, están elaborados en interés de los pacientes, para que los procesos sean seguros y además no existe ningún peligro en recibir sangre de donantes vacunados contra el covid-19”. 

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