Cuando se abrieron las puertas de la oficina presidencial en el aeropuerto José Martí en La Habana, el Papa Francisco y Kirill, el líder de la Iglesia Ortodoxa rusa ya habían hecho historia tras haber reunido a las dos ramas del cristianismo ─la católica y la ortodoxa rusa─ por primera vez.
Sin embargo, no sólo por eso se trató de una cita histórica. Otro de los puntos de interés estuvo en el escenario para dicha: Cuba, un punto medio de encuentro para ambos líderes.
De hecho, el Papa Francisco al finalizar la reunión entregó un fuerte espaldarazo a la isla como sede del histórico encuentro entre ambas iglesias.
"Si Cuba sigue así, será la capital de la unidad", dijo.
Además de eso, le entregó un saludo al gobierno y al pueblo cubano y a Raúl Castro, quien lo recibió apenas aterrizó en La Habana.
"No quiero irme sin ir dar antes un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente", agregó.
Tras su paso por La Habana, el Papa continúa viaje y se dirige hacia México, donde aterrizará esta noche, pero cuya gira iniciará a partir del sábado. Esta se trata de la segunda visita del Papa Francisco a la isla, donde realizó una gira sólo cinco meses atrás.
El Pontífice tuvo un rol fundamental en 2014 como gestor del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, que terminó con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países y la consiguiente reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.
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