El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien busca este domingo un cuarto mandato consecutivo con la mayoría de sus rivales detenidos, aseguró que las elecciones en su país han "desafiado" a sus opositores, a quienes acusó de promover "el terrorismo" y conspirar contra la paz.
"Este día (estamos) desafiando a los que promueven el terrorismo, financian la guerra, a los que sembraron el terror", dijo tras emitir su voto, aludiendo a quienes participaron en las manifestaciones de 2018 que pedían su salida.
En un acto en la Casa de los Pueblos en Managua, Ortega aseguró que sus opositores "son demonios que no quieren la paz, la tranquilidad para nuestro país y que optan por la violencia, la descalificación, las calumnias, las campañas para que Nicaragua se vea de nuevo envuelta en enfrentamientos violentos, en guerra".
Al menos 328 nicaragüenses murieron por la represión contra las protestas que pedían la renuncia de Ortega en 2018, indicó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que además contabiliza más de 150 personas aún encarceladas y más de 100.000 exiliados.
Ortega, que cumple 76 años este jueves, atribuyó las manifestaciones a un fallido "golpe de Estado", que ahora llama "golpe terrorista", promovido por Estados Unidos.
En los meses previos a los comicios fueron detenidos 39 opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia de la oposición, acusados por la Fiscalía, en manos del oficialismo, de conspiración, traición a la patria y lavado de dinero, entre otros delitos.
"Estaban conspirando, no querían que se realizaran estas elecciones, por lo tanto estas elecciones son gracias a Dios una señal, un compromiso de la inmensa mayoría de los nicaragüenses de votar por la paz", argumentó, en compañía de su esposa y candidata por segunda vez a la vicepresidencia, Rosario Murillo.
Según el mandatario, los opositores "les vendieron el alma al imperio hace rato y viven de rodillas pidiendo agresiones contra Nicaragua". "Pensaban ellos que de esa manera iban a tomar el poder", les recriminó.
Ortega, en el poder desde el 2007, encabeza la alianza "Nicaragua triunfa" del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda) y compite contra cinco partidos derechistas, cuyos candidatos son desconocidos por la población y señalados por la oposición de colaborar con el gobierno.
La oposición fue eliminada de la competencia luego de que el tribunal electoral ilegalizó a tres partidos políticos representativos.
Ortega consideró que en estos comicios había que decidir "por el terrorismo, la confrontación o la paz". "Ahí está el voto, el voto no mata a nadie", subrayó.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses, en un país con 6,5 millones de habitantes, fueron llamados a votar este domingo en una jornada en la que también se elegirán a los 90 diputados del Congreso.