El jefe de la delegación de la oposición venezolana en el proceso de diálogo, el diputado Julio Borges (foto), desmintió este martes que esté a punto de producirse un acuerdo político con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro en la reunión que se celebra en República Dominicana.

Borges desestimó la inminencia de la firma de un acuerdo, tal como lo había sostenido minutos antes su contraparte oficialista, Jorge Rodríguez, y a pesar de que en el lobby de la Cancillería dominicana fue desplegada una mesa con dos sillas y dos bolígrafos para firmar un documento.

"Defender los derechos de los venezolanos"

Consultado por la prensa, Borges dijo que no hubo reunión anoche y que "no hay ningún acuerdo. Estamos viendo lo que dejamos la vez pasada". "Tengan confianza que vamos a hacer no otra que lo que signifique defender los derechos de los venezolanos", añadió.

Interrogado por la prensa sobre el significado de una mesa y dos sillas colocadas a la entrada de la sede de la Cancillería, Borges dijo que "puede haber mesa, puede haber bolígrafo pero falta que haya la verdad para seguir explorando los derechos de los venezolanos".

Poco antes de la llegada de Borges a la sede de la Cancillería, la oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) también negó en su cuenta de Twitter que se haya alcanzado un acuerdo con el Gobierno "La Mesa de la Unidad quiere aclarar al país que hasta este momento no hay ningún acuerdo con el Gobierno", indicó la MUD en su cuenta de Twitter.

Declaraciones contradictorias

Sin embargo, el portavoz del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, dijo que a altas horas de la noche del lunes se logró un acuerdo "definitivo" con la oposición "y venimos a cumplir la formalidad que establecimos de que lo firmaríamos aquí". Rodríguez, quien también es ministro de Comunicación, había subrayado que "están todos los detalles plenamente acordados", incluyendo la fecha para las elecciones presidenciales, que se negó a revelar.

Puntos difíciles del diálogo

El acuerdo que se está negociando tiene como meta superar la crisis política que vive Venezuela desde hace varios años y que se celebren en un clima de tranquilidad las elecciones presidenciales que fueron convocadas para antes del 30 de abril por mandato de la Asamblea Constituyente que controla el chavismo y la oposición se niega a reconocer.

Hasta el momento, los dos puntos más espinosos del diálogo habían sido la negativa opositora a reconocer la Constituyente y el rechazo del chavismo a acceder a la "garantías" electorales demandadas por la oposición, que incluyen renovar a la directiva del poder electoral y permitir la presencia de una misión internacional en los comicios presidenciales.

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