La Asamblea General de la ONU instó el miércoles a Estados Unidos a poner fin al embargo comercial de larga data impuesto contra Cuba, mientras la isla caribeña sufre su peor crisis económica en décadas marcada por el colapso de su infraestructura y la escasez de productos básicos.
La resolución no vinculante fue aprobada por 187 países a favor y sólo dos en contra, Estados Unidos e Israel. Moldavia se abstuvo.
Washington ha ignorado los resultados de las votaciones y mantiene las sanciones contra La Habana impuestas poco después de la revolución de Fidel Castro en 1959, y que se endurecieron bajo la administración del expresidente republicano Donald Trump.
"El bloqueo contra Cuba es una guerra económica, financiera y comercial, y califica como un crimen de genocidio", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
El canciller dijo en un discurso que las sanciones de Washington incluyen algunas exportaciones de combustible al país que han sido determinantes en la crisis energética y el colapso temporal reciente de la red eléctrica nacional.
La votación se produce apenas unos días antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que la candidata demócrata Kamala Harris y el contendiente republicano Donald Trump han mostrado poco interés en modificar su política hacia La Habana.
Minutos después de la votación en Nueva York, y en un discurso de oposición, el diplomático estadounidense, Paul Folmsbee, instó a la ONU a que llame al Gobierno cubano a que "respete sus obligaciones de derechos humanos y la democracia".
Fue la trigésima segunda ocasión sucesiva desde 1992 que la ONU vota a favor de poner fin al embargo estadounidense.