El pasado fin de semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) activó su máximo nivel de alerta para tratar de contener el brote de viruela del mono, que hasta esa fecha había afectado a casi 17.000 personas en 74 países.

En este contexto, durante esta jornada, el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la cifra ha aumentado y ha llegado a más de 18.000 casos en todo el mundo, el 70% en Europa.

El experto etíope advirtió que un 98% de los contagios por ahora se concentran en el colectivo de hombres que tienen sexo con otros hombres, por lo que pidió a este grupo que lidere las medidas preventivas. En este sentido, solicitó que reduzcan la cantidad de parejas sexuales, dado que son el grupo más afectado por el virus.

"Esto, por el momento, incluye reducir el número de parejas sexuales, reconsiderar las nuevas, e intercambiar detalles de contacto con las nuevas parejas para permitir el seguimiento si es necesario", aconsejó Tedros, quien pese a dirigirse a este colectivo en concreto advirtió que cualquier persona puede contagiarse.

A su juicio, el brote se puede detener si se toman "con seriedad" los riesgos de contagio y se adoptan las medidas necesarias para protegerse a uno mismo y a los más vulnerables como las mujeres embarazadas, los niños o las personas con sistemas inmunológicos debilitados.

"La viruela del mono también se puede expandir en los hogares a través del contacto cercano entre personas, como abrazos y besos, y en toallas o ropa de cama contaminadas", mencionó Tedros.

Asimismo, recalcó que la OMS no recomienda la vacunación masiva pero sí a la población de alto riesgo de exposición al virus, entre los que también se incluyen los profesionales sanitarios y los que trabajan en los laboratorios.

El mundo en alerta máxima por viruela del mono
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