La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifró este viernes en 73.700 el número de casos de cólera registrados en Yemen, y en 605 el total de víctimas fatales que ha dejado la epidemia, que se desató a fines de abril pasado y que hoy afecta a 19 de las 23 provincias del país, que se encuentra sumido en una guerra civil que ha arrasado y colapsado distintas instituciones, entre ellas las de salud.

Unicef, por su parte, advirtió que la situación para los niños es extremadamente grave e incluso podría convertirse en una catástrofe. "El cólera se propaga increíblemente rápido en Yemen. El número de casos sospechosos podría llegar a 130 mil en las próximas dos semanas”, dijo el director regional de la agencia, Geert Cappelaere, según declaraciones recogidas por la agencia Xinhua.

La OMS, en tanto, estima que los casos registrados hasta ahora no representan la totalidad. "Hay miles de casos cada día. El problema es que el acceso al agua apta para el consumo es muy difícil y los servicios de limpieza pública no funcionan, así que la basura está en la calle por todos sitios", explicó. Además, escasean todo tipo de medicinas y otros suministros esenciales.

Ayuda urgente

La guerra civil, que enfrenta a los rebeldes hutíes con las tropas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, ha causado 8.053 muertos y dejado 45.000 heridos, en un contexto en el que menos de la mitad de las instalaciones médicas funcionan, los trabajadores sanitarios han tenido que desplazarse y no reciben regularmente sus salarios desde 2016. Esto se ha visto agravado por los intensos bombardeos que ha lanzado Arabia Saudita, país aliado de Mansur Hadi.

Frente a esta situación, "la OMS está intentando aumentar su respuesta a esta epidemia, con 150.000 fluidos intravenosos, treinta nuevos centros para el tratamiento de la diarrea y 67 toneladas de material médico", dijo en Ginebra su portavoz, Tarik Jasarevic. Unicef, en tanto, pidió aumentar los aportes para enfrentar la crisis, pues se requieren con urgencia al menos 16 millones de dólares para evitar que el brote siga avanzando.

"Lo más importante es que las partes en conflicto den prioridad a los niños de Yemen y terminen la lucha por medio de un acuerdo político pacífico”, dijo Geert Cappelaere.

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