AFP
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) citó a una reunión extraordinaria el viernes para tratar la situación en Nicaragua, donde la represión de protestas opositoras deja más de 260 muertos en casi tres meses.
La sesión, que será en la sede de la OEA en Washington a las 14H00 (18H00 GMT), fue convocada a petición de Argentina, Canadá, Chile, Estados Unidos y Perú "con el objeto de considerar la evolución de la situación en la República de Nicaragua", indicó la OEA en su página web.
El Consejo Permanente, que reúne a los embajadores de los 34 países miembros activos en la OEA, está presidido actualmente por Costa Rica.
La situación en Nicaragua fue debatida durante la sesión ordinaria del Consejo el miércoles, cuando el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, pidió a la OEA exigir al gobierno de Daniel Ortega el "fin inmediato a la represión y las detenciones arbitrarias, así como a todas las demás violaciones a los derechos humanos".
Abrao señaló el agravamiento de la violencia en el país centroamericano reportado por el mecanismo especial de seguimiento (MESENI), instaurado por la CIDH -un ente autónomo de la OEA- en Managua a fines de junio.
"El MESENI observó con preocupación una profundización y diversificación de las formas de represión contra la población manifestante y opositora, así como contra quienes se encuentran en los tranques y/o barricadas en forma de protesta y contra quienes colaboran de cualquier forma con ésta, incluyendo familiares y vecinos", dijo.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, presente en la sesión, rechazó categóricamente el informe de la CIDH, tildándolo de "apresurado, prejuiciado y carente de objetividad".
Venezuela coincidió con Nicaragua, denunciando las "atrocidades" cometidas en el país por "minorías violentas" y llamando a la comunidad internacional a "defender al gobierno legítimo" de Ortega.
Pero varios países, entre ellos Estados Unidos, México, Colombia y Chile, expresaron su "enérgica" condena a la violencia, urgiendo a ponerle fin.
Las protestas en Nicaragua se iniciaron el 18 de abril contra una reforma del seguro social, pero derivaron en la exigencia de la partida de Ortega, que dirige el país desde el 2007 tras sucesivas reelecciones, amañadas según la oposición.