Más de 370.000 personas murieron en Siria desde que empezó la guerra en 2011, indicó este viernes un balance de la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Entre las víctimas hay 112.623 civiles, incluyendo más de 21.000 niños y 13.000 mujeres, indicó la organización, que se informa a través de una red de fuentes en todo el país.
El conflicto, que empezó con la dura represión del régimen de manifestaciones prodemocráticas pacíficas, se transformó con los años en una guerra compleja, con la participación de grupos rebeldes, movimientos yihadistas y potencias extranjeras.
Cerca de 125.000 soldados del Ejército sirio y miembros de las milicias afines murieron, según el nuevo balance del OSDH. Fallecieron además otros 67.000 combatientes de otras fuerzas, principalmente rebeldes y combatientes kurdos, de acuerdo con la organización.
Unos 66.000 yihadistas, principalmente del grupo Estado Islámico (EI) y de Hayat Tahrir Al Cham (HTS), la antigua rama de Al Qaeda en Siria, también murieron, informó la misma fuente.
El conflicto llevó a demás al exilio a millones de sirios y las ONG siguen denunciando las violaciones de derechos humanos del régimen, acusado de ataques químicos, detenciones arbitrarias y torturas.
El último balance, establecido en septiembre por el OSDH, era de más de 360.000 muertos.