El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama rompió el silencio tras los masivos tiroteos que tuvieron lugar en El Paso, Texas y Dayton, Ohio, durante el fin de semana en ese país.
Después de expresar las condolencias de su familia por las víctimas de los ataques, Obama dijo que "ninguna otra nación en la Tierra se acerca a experimentar la frecuencia de los tiroteos masivos que vemos en Estados Unidos. Ninguna otra nación desarrollada tolera los niveles de violencia armada que hacemos".
El sábado, un hombre armado inspirado en el odio racista mató a 22 personas e hirió a otras 24 después de disparar dentro de un Walmart de El Paso. En las primeras horas del domingo por la mañana, un tirador asesinó a 9 personas e hirió a 27 más en el vecindario del Distrito de Oregon de Dayton.
Obama criticó a las personas que dicen que "las leyes de armas más estrictas no detendrán todos los asesinatos" porque "la evidencia muestra que pueden detener algunos asesinatos".
Señaló lo que parece ser la motivación para el tirador de El Paso, cuyo presunto manifiesto expresó su odio hacia los hispanos, como "individuos con problemas que abrazan las ideologías racistas y obligados a actuar violentamente para preservar la supremacía blanca".
El ex presidente, quien dijo anteriormente que no pasaba el control de armas como uno de sus mayores arrepentimientos, parecía haber hecho sutiles golpes al Presidente Donald Trump en el último párrafo de su declaración.
"Deberíamos rechazar por completo el lenguaje que sale de la boca de cualquiera de nuestros líderes que alimenta un clima de miedo y odio o normaliza los sentimientos racistas; líderes que satanizan a quienes no se parecen a nosotros o sugieren que otras personas, incluidos los inmigrantes, amenazan nuestra forma de vida, o referirse a otras personas como infrahumanas, o implica que Estados Unidos pertenece a un cierto tipo de personas", declaró.
La declaración de Obama se produce después de que Trump condenara el "odio racista".
"El tirador en El Paso publicó un manifiesto en línea consumido por el odio racista. En una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca. Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, hace estragos en el corazón y devora el alma", señaló Trump.