Las manifestaciones a favor de la legalización del aborto en Argentina volvieron este martes a las calles de la capital, Buenos Aires.
Cientos de mujeres se manifestaron con su ya representativo pañuelo verde frente al Congreso argentino para relanzar la campaña pro abortista, tras el revés parlamentario que el proyecto sufrió el año pasado. Sin embargo, los colectivos feministas consideran su demanda "imparable".
Convocada por la "Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito", la manifestación, replicada en otras ciudades del país, reunió a organizaciones políticas y sociales, así como a dirigentes y militantes.
"Las mujeres queremos decidir, el aborto tiene que salir", cantaban las manifestantes en medio del calor de la capital argentina, en la primera manifestación proabortista de este año, tras un 2018 de intenso debate y numerosas movilizaciones.
Ornella Stefanazzi, integrante de la Campaña, declaró a Efe que el colectivo ya ha logrado la "despenalización social" de la interrupción voluntaria del embarazo y "sacar de la clandestinidad" esta práctica, y afirmó que llevar la legalización a la ley "socialmente es una demanda imparable".
Patricia Bustamante, de 37 años y miembro también de la campaña, añadía a Afp: "Tuvimos un resultado positivo en diputades (sic). Lamentablemente, en el senado del país no se está respondiendo como representantes del pueblo", agregó. "Yo creo que este debate lo instalaron las mujeres y (...) está más allá de la agenda electoral", expresó Leticia Maletti, una profesora de 41 años, en referencia a las elecciones presidenciales que Argentina tendrá en octubre.
El proyecto de legalización del aborto será presentado nuevamente este año ante el Congreso, como cada 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
En Argentina, país natal del papa Francisco y con fuerte influencia de la Iglesia Católica, el aborto legal ha dividido a la ciudadanía. Al pañuelo verde se enfrentó con fuerza al pañuelo celeste, respaldado por la Iglesia Católica.
El grupo presentó por primera vez la iniciativa hace 14 años, y hasta en seis ocasiones perdió su estado parlamentario por no obtener luz verde en comisiones para su debate, hasta que el séptimo intento obtuvo la aprobación de la Cámara de Diputados el pasado abril y fue rechazado por 38 votos a 31 por el Senado en agosto.