La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ordenó este sábado que la mayor ciudad del país, Auckland, vuelva a ser confinada debido a la aparición de un nuevo caso de covid-19.
Estas nuevas restricciones en Auckland durarán como poco siete días y se producen menos de dos semanas después de un confinamiento de tres días en esta ciudad.
A partir del domingo por la mañana, los habitantes de esta urbe de 1,7 millones de habitantes deberán permanecer en sus casas salvo para trabajar o efectuar compras de primera necesidad. Las escuelas y comercios no esenciales estarán cerrados.
El resto del país está sometido a restricciones, como el límite de congregaciones de personas a un máximo de 100 personas, y la obligación de llevar mascarilla en transportes públicos.
Ardern precisó este sábado que un nuevo caso de coronavirus confirmado constituye una "causa de preocupación" ya que se trata de una persona contagiosa desde hace una semana que no se ha aislado.
El anterior confinamiento, el primero en casi seis meses en Auckland, se instauró tras descubrirse tres casos en la ciudad.
Desde entonces, varias personas con un vínculo común con una escuela del sur de la ciudad han tenido síntomas. Según Ardern, el caso confirmado no puede vincularse directamente a otros tests positivos registrados desde hace dos semanas.
La primera ministra considera que la epidemia progresa porque las personas no se aíslan como debieran.
El balance de Nueva Zelanda en la lucha contra el covid-19 ha sido elogiado en el extranjero. En total, 26 personas murieron por esta enfermedad en este país de cinco millones de habitantes.