Nueva Zelanda indicó el miércoles que mantendrá las fuertes restricciones para la entrada de viajeros extranjeros por al menos otros cinco meses, pese a la paulatina flexibilización de unas de las restricciones fronterizas más estrictas del mundo por la pandemia.
El ministro encargado del covid-19, Christ Hipkins, indicó que sus ciudadanos en Australia podrán volver a partir de mitad de enero y que un mes después lo podrán hacer los neozelandeses desde otros lugares.
Pero los extranjeros deberán esperar hasta finales de abril para entrar abiertamente a este país oceánico, según el plan de reapertura desvelado este miércoles.
"Reconocemos que ha sido duro, pero el fin de las severas restricciones de viaje está ahora a la vista", dijo Hipkins.
Nueva Zelanda cerró sus fronteras en marzo del año pasado, prohibiendo casi todas las llegadas excepto en algunos casos excepcionales que debían permanecer dos semanas en un hotel de cuarentena, periodo que recientemente se redujo a siete días.
Con el tiempo, la frustración de los neozelandeses residentes en el exterior había ido en aumento, así como la presión contra el gobierno para aflojar estas restricciones.