Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo en Totalán, Málaga el domingo 13 de enero, fue hallado muerto en la madrugada de este sábado, según informó El País.

La Brigada de Salvamento Minero ha encontrado el cuerpo sin vida del pequeño a la 01:25 horas locales donde se le buscaba, después de cavar manualmente y con gran dificultad los cuatro metros que separaban el pozo donde se encontraba el menor y el túnel paralelo—de casi 60 metros y aproximadamente un metro y medio de ancho—perforado para que pudieran entrar los mineros para llegar hasta el pequeño.

El pozo en el que estaba atrapado el menor tiene unos 110 metros de profundidad y cerca de 25 centímetros de ancho.

La Guardia Civil lamentó el hecho y confirmó su muerte a través de Twitter. 

Más de 300 personas participaron en el operativo de rescate. Una comisión judicial se ha activado para proceder al levantamiento del cadáver. Los padres del menor han sido informados. El cuerpo sin vida del menor se encontraba bajo un tapón de arena. 

El pequeño cayó al pozo mientras los padres estaban almorzando en una zona cercana.

Para esclarecer las circunstancias de la caída, en un pozo que carecía de señalización, la Guardia Civil interrogó a los padres, al propietario del terreno y al pocero que hizo la prospección. Un juzgado de Málaga abrió diligencias sobre el caso.

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El año 2017, cuando Julen tenía unos pocos meses de edad, salieron a dar un paseo a la playa con sus padres y su hermano mayor Óliver.  Un infarto los sorprendió a todos y acabó con la vida del mayor de los hermanos cuando tenía a penas 3 años. 

La muerte de Julen, de dos años, es sin duda una tragedia más para la familia española. 

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