Charity Sutte, una joven de 21 años, reveló que casi muere luego que su madre le echara bencina en la cabeza para quitarle los piojos, en Estados Unidos.
Cuando tenía cuatro años, la madre de Charity le mojó la cabeza con gasolina que había retirado de una cortadora de pasto, en medio del intento por quitarle los parásitos del cabello.
Todo a raíz de la sugerencia de su abuela. "Fue mi abuela a quien se le ocurrió la idea. Ella le dijo a mamá que en sus días usaban kerosene para tratar piojos y que funcionaba mejor que cualquier otra cosa que hubiera estado probando", dijo la joven.
En diálogo con The Sun, afirmó que "mirando en retrospectiva, no sé cómo pudo siquiera pensar que esto era una posibilidad, era tan peligroso".
Tras cubrirle la cabeza con bencina a ella y a su hermana, la madre bajó a preparar la cena, pero encendió un cigarrillo y una de las cenizas cayó sobre la cabeza de Charity, iniciando el fuego.
La entonces niña de cuatro años terminó con quemaduras de tercer grado, que cubrieron el 60% de su cuerpo. Por suerte se salvó y tras años de cirugía y rehabilitación logró recuperarse. Sin embargo, no ha perdonado a su madre.
"Nunca podré perdonarla por lo que me hizo. Nunca se ha disculpado ni aceptado la responsabilidad y eso realmente me molesta", comentó.
Actualmente, posee más de 22,8 mil seguidores en TikTok, donde comparte parte de sus pasajes junto a su familia y cercanos, además de concientizar sobre la rehabilitación de personas con heridas por quemaduras.
"Me gustaría decirle a cualquiera que se encuentre en una situación similar que nunca se dé por vencido", afirmó.