Por Jennie Matthew (France Presse)
El estado de New Hampshire comenzó este martes a votar bajo la nieve en las primarias de Estados Unidos, con la favorita demócrata Hillary Clinton bajo presión ante Bernie Sanders y Donald Trump al frente de los sondeos en el campo republicano.
Pequeño territorio del noreste de Estados Unidos con unos 880.000 electores, New Hampshire tiene un valor simbólico en las elecciones primarias y los candidatos han multiplicado esfuerzos para convencer a los electores, especialmente a los casi 400.000 inscritos como independientes.
El multimillonario Donald Trump lidera los sondeos entre los republicanos con una ventaja promedio de 17 puntos y Sanders, senador por Vermont (estado vecino a New Hampshire), supera por unos 12 puntos a Hillary Clinton del lado demócrata.
En el pintoresco pueblo de Canterbury, de entre 2.000 y 3.000 habitantes, las primeras personas se acercaron al centro de votación en la alcaldía desafiando la baja temperatura y una gruesa capa de nieve.
David Emerson, un carpintero de pie en la puerta con un cartel de Sanders, dijo que planeaba quedarse allí todo el día: "Esto es lo más importante para mí, estar aquí con el cartel. Él es el único que vale la pena apoyar. Hillary lo deja en claro, es la misma vieja historia. Bernie habla de todas las cosas que se necesita hacer", afirmó.
Luego del caucus de Iowa (centro del país) del 1 de febrero que inició la carrera hacia las elecciones presidenciales de noviembre, New Hampshire es la segunda etapa del largo proceso de selección de candidatos que culmina con las convenciones de julio próximo.
Clinton, que busca la nominación por segunda vez tras su derrota ante Barack Obama en 2008, obtuvo en Iowa un mínimo triunfo sobre Sanders (49,8% a 49,6%), mientras que el senador ultraconservador de Texas (sur), Ted Cruz, sorprendió a Trump al derrotarlo 27,7% contra 24,3%, a pesar de sondeos previos favorables al verborrágico magnate.
La historia reciente dice que ningún candidato que no termine entre los dos primeros en New Hampshire ha llegado a la Casa Blanca, por lo que puede servir como filtro del poblado lado republicano, con nueve aspirantes liderados por Trump, Cruz y el senador Marco Rubio (Florida, sudeste).
Por el segundo puesto
El importante porcentaje de independientes, sumado a la fama de imprevisibilidad de New Hampshire, han hecho que varios candidatos empujen hasta último minuto casi para tratar de conseguir votos.
"Ésta es la hora de la verdad. Tienen que salir, tienen que ir a votar", dijo Trump ante miles de seguidores en un mitin el lunes por la noche que se vio demorado por el inclemente clima.
Karen Carone, una mujer que cuida ancianos en la pequeña ciudad de Loudon, aseguró que Trump "parece estar hablando por la mayoría silenciosa", tras votar por él.
En el bando republicano, la lucha es por el segundo puesto detrás de Trump y por la supervivencia para aquellos que arrastran magros resultados en Iowa, como el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie.
En ascenso se encuentra Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y el más joven de los aspirantes a la presidencia estadounidense con 44 años, revelación en Iowa con su tercer lugar cerca de Trump (23,1%).
Otro bien posicionado según las encuestas es John Kasich, gobernador de Ohio (norte del país), mientras Ted Cruz llega fortalecido por su triunfo en Iowa. En cambio, el ex gobernador de Florida Jeb Bush podría estar jugando sus últimos cartuchos y un mal resultado lo dejaría al borde del abismo de cara a las próximas primarias de Nevada (sudoeste) y Carolina del Sur (sudeste).
Un votante durante el proceso de este martes en New Hampshire.
Hillary cuesta arriba
En el campo demócrata, el panorama es más claro pero no por ello menos luchado, ya que el autoproclamado "socialista" Sanders, impulsor de una revolución política en el país y apoyado por los más jóvenes, podría lograr un amplio triunfo.
Un resultado así aumentaría la presión sobre la ex secretaria de Estado, cuyo cómodo liderazgo de meses atrás parece haberse evaporado.
Hillary y su hija Chelsea recorrieron el martes por la mañana centro de votación en Manchester, donde fueron saludadas por voluntarios.
Al ser interrogada sobre si ganaría, Clinton dijo: ¿Saben? Me encantan la forma en que New Hampshire hace esto. Me gusta el modo en el que la gente de New Hampshire se toma esto con tanta seriedad". A medida que la distancia entre ambos se acorta, la tensión entre Clinton y Sanders ha crecido, con acusaciones del senador por dinero que Hillary recibió del banco Goldman Sachs.