El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el martes que está listo para ordenar nuevos ataques a la Franja de Gaza, controlada por Hamas, en una jornada de calma tras los ataques mutuos de la víspera.

"Estamos preparados para hacer mucho más. Haremos lo que sea necesario para defender a nuestra gente y a nuestro Estado", dijo Netanyahu en un mensaje por videoconferencia desde Israel a la conferencia anual del Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos–Israel (AIPAC en inglés), un poderoso lobby estadounidense pro-israelí.

Las hostilidades comenzaron luego de que un cohete disparado desde el sur de la Franja de Gaza impactara en una casa al norte de Tel Aviv, provocando heridas a siete personas, el domingo por la noche. La noche del lunes la situación regresó a la calma.

Siete palestinos resultaron heridos en los bombardeos israelíes. 

Netanyahu, que estuvo en Washington el lunes para reunirse con el Presidente Donald Trump, originalmente tenía previsto asistir al foro del AIPAC el martes, pero interrumpió su visita después del lanzamiento del cohete. 

El dilema de Netanyahu 

El ejército israelí anunció este martes que tras evaluar la situación con Netanyahu, el jefe del Estado Mayor, el general Aviv Kohavi, ordenó el despliegue de fuerzas suplementarias en la región sur.

Kohavi "aprobó completar la convocatoria de soldados de reserva adicionales", según una declaración del ejército, que no proporcionó más detalles.

Se cree que el primer ministro quiere evitar una cuarta guerra en Gaza desde 2008 de consecuencias impredecibles antes de las elecciones del 9 de abril, pero se encuentra bajo una fuerte presión política.

Ante la conferencia del AIPAC, Netanyahu agradeció nuevamente a Trump, quien junto al primer ministro israelí en la Oficina Oval firmó el lunes un decreto que reconoce la soberanía de Israel en los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado en 1967 y luego anexado por el Estado hebreo. 

La anexión nunca fue reconocida por la comunidad internacional. 

"Nunca, nunca lo dejaremos, es parte de Israel", dijo Netanyahu sobre esta meseta estratégica. 

"En nombre del pueblo de Israel, gracias al Presidente Trump y gracias por todas las decisiones históricas que ha tomado", agregó, en alusión al reconocimiento por parte de Estados Unidos de Jerusalén como la capital israelí.

Irán -que a juicio de los analistas es el gran beneficiado de la decisión estadounidense sobre el Golán, porque ridiculiza los esfuerzos de acercamiento a Trump de sus rivales árabes- tildó de colonialista el reconocimiento de Washington.

En algún momento de la historia, en el tiempo del colonialismo, algunas potencias coloniales hicieron cosas así y atribuyeron partes de un país a otro (...) pero esto no tiene precedentes en nuestro siglo", declaró el Presidente iraní, Hasan Rohani.

Un aliado de Teherán, el movimiento chiíta libanés Hezbolá, llamó a "la resistencia".

"Resistencia, resistencia, resistencia", dijo el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un discurso televisado.

ONU: situación "extremadamente tensa" 

Esta nueva escalada de violencia en Gaza aumentó el temor a una nueva guerra a gran escala entre Hamas e Israel.

"Los últimos dos días han mostrado lo cerca que hemos estado al borde de la guerra una vez más", dijo el enviado de la ONU para Medio Oriente, Nickolay Mladenov, en una sesión del Consejo de Seguridad.

Mladenov estimó que la situación seguía siendo "extremadamente tensa" pese a la calma de las últimas horas. 

Las fuerzas israelíes dejaron en ruinas la oficina de Ismail Haniyeh, el líder de Hamas, y destruyeron totalmente dos edificios de varias plantas en donde están los servicios de inteligencia y de actividades militares del movimiento islamista, según los militares israelíes.

'Cacahuetes' 

En el territorio palestino, diezmado por las guerras, la pobreza y el bloqueo israelí y egipcio, así como en las localidades israelíes cercanas, acostumbradas a las alertas y las corridas hacia los refugios, todos se preguntaban qué esperar.

"Es posible una guerra", dijo a la AFP Esmat Bekheet, al igual que otros habitantes de Gaza. "Temo una escalada", admitió Hazem Mattar.

Del otro lado de la valla de seguridad israelí, de varios metros de altura que circunda Gaza, un habitante de Sderot, en donde una vivienda fue dañada por las hostilidades de la noche, acusó a los dirigentes de abandonar a los habitantes y de sólo preocuparse de la situación gazatí cuando un cohete cae cerca de Tel Aviv.

"Los (cohetes palestinos) Qasam, ¿qué son para usted? Nada, cacahuetes. (En cambio) 80% de la gente aquí vive con angustia", lamentó Yossi Timsi.

Las escuelas permanecieron cerradas el martes en algunas localidades israelíes cerca de Gaza. Las autoridades limitaron las reuniones públicas. Las escuelas, bancos y oficinas gubernamentales no abrieron en la Franja de Gaza.

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