Kazajistán impone la pena de castración química a personas que hayan sido condenadas por delitos de violación o pederastia. Sólo desde el inicio de este año, 25 pedófilos han sido sometidos a este procedimiento, según confirman desde el Comité de Policía Administrativa del Ministerio del Interior de ese país.
Algunos de los condenados sometidos a la castración química forzada fueron entrevistados, cuyos testimonios, emitidos en televisión, forman parte de una campaña para advertir a la ciudadanía y mostrar las consecuencias de cometer delitos sexuales.
El vicepresidente del Comité de Policía Administrativa del Ministerio del Interior, Alexéi Miliuk, detalló al diario español ABC que todas las personas están cumpliendo condenas actualmente.
“Hasta la fecha, en las instituciones del sistema penal se encuentran 25 presos que están cumpliendo sus condenas, y que fueron sentenciados a medidas médicas obligatorias en forma de castración química”, afirmó.
De manera anónima, uno de los condenados sostuvo que “sé que es dañino para mi cuerpo, sé que afectará mi salud en el futuro, ahora lamento haber cometido el crimen”.
En tanto, otra persona que debería pasar por lo mismo durante los próximos meses expresó: “Con mi ejemplo, quiero mostrarles a los hombres que no deben cometer delitos tan terribles. Les ruego a los que me recetaron la castración química: cancelen su decisión. Todavía soy muy joven, necesito tener vida sexual”.
Otro testimonio corresponde a uno de los presos llamado Marat, quien fue condenado a 15 años de prisión por el intento de violación de un niño. “Todo está realmente mal en términos de la salud. Necesito una vida sexual, pero nada funciona ahí abajo. ¿Por qué me castran? Admito que soy culpable. Pero quiero vivir más. Todavía tengo mi familia y mis hijos”, afirmó, según detalla la publicación de ABC.
Finalmente, otro condenado, un violador de niños, dijo: “Es increíblemente difícil, no se lo desearía a mi peor enemigo”, pidiendo la prohibición del procedimiento.