Más de 30.000 personas, entre ellos el presidente, Klaus Iohannis, se manifestaron hoy (22.01.2017) por las calles de Bucarest y otras ciudades de Rumania contra dos decretos ley que el Gobierno anunció el pasado miércoles y que despenalizarían ciertos casos de corrupción. "He venido a la plaza como miles de rumanos para mostrar mi indignación. Un grupo de políticos con problemas penales quiere cambiar la legislación en Rumania, quiere debilitar el Estado de derecho. Eso no se puede permitir", señaló Iohannis al canal Digi24 durante la marcha.
He venido a la plaza como miles de rumanos para mostrar mi indignación. Un grupo de políticos con problemas penales quiere cambiar la legislación en Rumania, quiere debilitar el Estado de derecho. Eso no se puede permitir
La manifestación partió desde plaza Universitatii -emblemático lugar donde se inició la revolución contra el comunismo en 1989- y acabó en la plaza Victoriei, donde se halla la sede del Ejecutivo. El Gobierno, encabezado por el Partido Socialdemócrata, formación que arrasó en las elecciones de diciembre, anunció el miércoles su propósito de adoptar dos decretos ley por el procedimiento de urgencia, evitando así el Parlamento, para modificar el código penal.
El decreto más polémico prevé amnistiar a quienes hayan sido condenados por abuso de poder si el prejuicio causado al Estado ha sido menor de 200.000 lei (44.000 euros). Entre los beneficiarios podría hallarse el líder socialdemócrata Liviu Dragnea, actual presidente de la Cámara de Diputados, que no pudo ser nombrado primer ministro por haber sido condenado a dos años de cárcel por fraude electoral, aunque no tuvo que ingresar en prisión, y que además está acusado de abuso de poder.
Klaus Iohannis bloqueó esta iniciativa gubernamental el miércoles al asistir por primera vez al Consejo de Ministros, una sorpresa en la vida política del país, y pedir que se abriera un debate público. Ese mismo día, unas 3.000 personas protestaron por las calles de Bucarest, con concentraciones menores en otras ciudades del país, para exigir la dimisión del nuevo Gobierno de centroizquierda.
Este domingo, la marcha era mayor y se enarbolaron pancartas en las que se leía "Dimisión", "Democracia, no amnistía" y "Os vigilamos". Un segundo decreto prevé amnistiar a los reos condenados a menos de cinco años de cárcel salvo por delitos graves, como homicidio, violación, tráfico de personas, soborno o tráfico de influencias. El ministro rumano de Justicia, Florin Ioardache, había defendido esta norma asegurando que permitiría bajar la superpoblación de las cárceles, al liberar a unos 3.000 detenidos de los más de 27.000 prisioneros.