En la ciudad estadounidense de Poteau, una mujer durante 20 años fue secuestrada por su padrastro, quien abusó de ella sexualmente y la obligó a tener nueve hijos.

Según informa Mirror, se trata de Rosalynn McGinnis, quien relata que comenzó a ser abusada por Henri Michelle Piette desde que tenía diez años y que incluso, él golpeaba a su madre.

Cuando Rosalynn cumplió 12 años, su madre terminó la relación con Piette, quien posteriormente -a modo de venganza- decidió ir a recoger a Rosalynn del colegio para secuestrarla y posteriormente darse a la fuga.

Posteriormente, ambos viajaron a Wagoner, Oklahoma, en donde Piette organizó una boda falsa con Rosalynn, solo para -según detalla el citado medio- dejarle claro que ella le pertenecía. Incluso, él le mintió diciendo que su madre no la quería más.

El hombre continuó agrediendo sexualmente a McGinnis y viajaron por diversas partes en Estados Unidos, donde él la obligó a que cambiara su apariencia, cortándose el pelo, usando lentes e incluso usando otros nombres.

En el año 2000, cuando Rosalynn cumplió 15 años, tuvo el primer hijo de Piette y se vió obligada a tener ocho hijos más. Él aseguraba que dichos niños estaban vivos solo porque Rosalynn estaba allí, porque en caso contrario "ya los habría matado".

Piette era muy agresivo y junto con el abuso sexual, McGinnis tuvo que aguantar violencia física no solo para defenderse, sino también para defender a sus hijos. Incluso relata que en más de alguna oportunidad resultó con huesos rotos y que rara vez eran tratados por un médico.

A los 18 años, Rosalynn fue obligada a ir a una comisaría en Arizona para decirle a los oficiales que ella había escapado y que nunca fue secuestrada, esto con la finalidad de que sea reitrada del registro nacional de personas desaparecidas.

Tras esto, todos fueron a vivir a México en una carpa sucia. Piette gastó todo el dinero en drogas y alcohol e incluso Rosalynn se vio obligada a pedir comida en la calle para alimentar a sus hijos.

Sin embargo, un día la mujer fue de compras a una tienda de alimentos, en donde conoció a una pareja, quienes notaron que Rosalynn tenía demasiados hijos y que todos ellos eran muy delgados, por lo que notaron que algo andaba mal. Sin embargo, el padrastro/esposo de la mujer notó que dicha pareja ya tenían sospechas de lo que pasaba, por lo que obligó a todos a que se cambiaran de casa.

Un día, luego que Piette se desmayara por beber alcohol, recogió a sus hijos y huyó de la casa para llegar al hogar de la pareja con la que había conversado en el supermercado, donde reveló toda su historia.

Las autoridades finalmente conocieron el caso y en 2019, el caso se judicializó. Piette fue declarado culpable de secuestro y viajar con intención de participar en un acto sexual con un menor de edad. Ya en febrero de 2020, Piette fue sentenciado a cadena perpetua y pagar una multa de 50 mil dólares, además de pagar otros 50 mil a Rosalynn.

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