Una mujer británica fingió un cáncer terminal para engañar a sus amigos y que le pagaran 8.500 libras esterlinas (11 mil dólares aproximadamente) por la boda de sus sueños.
Toni Standen, de 29 años, se rapó la cabeza, concedió entrevistas a periódicos y sobre su supuesto cáncer comentó: "Se ha ido a mi cerebro, a mis huesos, está en todas partes".
Incluso conmovió diciendo que quería que su padre Derek, que se estaba muriendo de cáncer, la acompañara por el pasillo. Amigos lanzaron una página de GoFundMe para darles a ella y su novio James "la boda que se merecen".
Derek, su padre de 57 años, murió antes del gran día, pero envió un mensaje a través de un video que había grabado. Los invitados estaban conmocionados con la sorpresa, pero la mujer rápidamente comenzó a realizar bromas.
Según informó Mirror, un invitado dijo: "Después de escuchar las palabras de su padre, se levantó y pronunció un discurso impecable, incluso haciendo algunas bromas. Su madre y su hermano estaban destrozados. Todos acabábamos de escuchar el mensaje del padre que ya había fallecido".
Y detalló: "Toni incluso recibió un mensaje en video del Everton FC, entregado por uno de los mejores jugadores. Ella se rió todo el tiempo".
Después de la boda Standen y su esposo James de 52 años, fueron a un hotel cercano. Los testigos afirman que revisó las tarjetas de boda, contando el efectivo que contenía, antes de partir de luna de miel a Turquía, República Checa, Austria, entre otros destinos.
La mentira de Standen finalmente quedó al descubierto cuando afirmó tener coronavirus, lo que generó sospechas entre algunos amigos. Ahora, deberá enfrentar a la justicia luego de admitir el fraude.
Su compañera de universidad Cheryl Aston, de 33 años, quien donó 700 dólares (cerca de 500 mil pesos) dijo: "Ella podría haber ganado un Oscar, su actuación fue tan buena. Ella nos engañó a todos. Todos estábamos completamente absorbidos". Y agregó: "Recuerdo que me decía que su cáncer había regresado y que era terminal. Me dijo que se había extendido a sus huesos y a sus órganos. Estaba devastada, todo el mundo lo estaba".
Otro amigo dijo: "Todos estábamos asombrados por esta mujer que, en lugar de desaparecer cuando el 'cáncer' se apoderó de ella, se fortaleció cada día. Pero ella sabía muy bien que nadie cuestionaría la honestidad o integridad de una víctima de cáncer".
La mujer desempleada se declaró culpable la semana pasada de fraude por representación falsa entre febrero de 2019 y abril de 2020.