"No tengas miedo. No se desesperen". Es parte del mensaje de Anna Fortunato, una sobreviviente de 90 años de COVID-19 y que estuvo dos semanas internada.

"Sigue luchando, ten actitud positiva y reza. Y sal de la cama. No te quedes en la cama todo el tiempo. Y quiero decirles: 'Si lo hice, puedes hacerlo'", declaró la anciana.

La mujer de Long Island, Estados Unidos, e hija de inmigrantes italianos, señaló que estar aquí para aconsejar a otros es algo sorprendente, incluso para ella.

"En el hospital, dijeron que era un milagro. Tal vez lo fue, pero trabajé en eso", declaró. 

Según informó New York Post, la viuda, madre de cinco hijos, desarrolló asma cuando ya era más grande, pero por lo demás era sana y fuerte. 

Fortunato comenzó a sentirse enferma el 13 de marzo. Había oído hablar de COVID-19 pero no lo pensó mucho.

"Me duele la garganta, pero es solo un resfriado", le había dicho a su hija Teresa Gund por teléfono. "Estaré bien."

Durante el fin de semana, su tos empeoró. Gund le dijo al personal de Arbors que llamara a una ambulancia. Mirando débilmente el teléfono de una enfermera, Fortunato vio el miedo en los ojos de su hija.

Como Gund recuerda: "Ella dice: 'No te preocupes. Estaré bien. Tengo toda la fe en Dios ... y Dios me ayudará a superar esto. Él no me quiere en este momento. Él quiere que me quede aquí con ustedes'".

Para la mayoría de las personas, el virus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía y muerte.

A medida que su condición empeoraba, Gund preguntó acerca de darle a su madre los últimos ritos. El hospital dijo que era demasiado peligroso traer a un sacerdote.

Desesperada, dijo Gund, los médicos de Fortunato administraron un medicamento contra la malaria. Su seguridad o efectividad contra el coronavirus no ha sido probada. Algunos informes preliminares sugieren que podría ayudar, pero no hay forma de saber si ha ayudado en la recuperación de un paciente en particular.

Ya sea por su positivismo o cualquier otro tratamiento, Fortunato comenzó a mejorar. Después de 13 días en el hospital, fue dada de alta.

"Tenía un buen esposo y mis hijos son hermosos", dijo Fortunato, que cumplirá 91 años en junio. "He vivido para ver nietos y bisnietos ... así que soy afortunada".

 

Publicidad