Gran conmoción generó la muerte del fisicoculturista Illia Golem, conocido mundialmente como “El Mutante” o el culturista “más monstruoso del mundo”.

Por el momento, se desconocen las causas de su deceso, pero según Men’s Health, se investiga que el abuso de esteroides esté detrás de la muerte del físicoculturista nacido en República Checa.

El hombre consumía hasta 16.500 calorías diarias en sus siete comidas. Entre ellas, destacaban más de 100 piezas de sushi y 2,5 kilos de carne.

La extrema dieta del físicoculturista

A esto se suma, que al día, se inyectaba 50 dosis de insulina y Synhtol, una sustancia utilizada para el crecimiento de los músculos.

En conversación con BBC, el doctor César Kálazich de Clínica MEDS explicó que el Synthol “es una mezcla de aceite (85% triglicéridos de cadena mediana o MCT), lidocaína (7,5% anéstésico local) y alcohol benzilo (7,5%) que se inyecta directamente en el músculo” y “actúa como un implante, causando un aumento de volumen de inmediato”.

Sin embargo, esta sustancia puede provocar infecciones en el sitio de la punción que incluso podría significar una “cirugía o amputación del miembro afectado”.

“Existe un riesgo de embolias grasas en los pulmones o cerebro (…) lo que puede llevar a severo compromiso pulmonar o cerebral, incluso la muerte”, complementó el especialista.

Mediante una entrevista, el físicoculturista expresó que “de niño quería ser como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone en Rambo y que la gente al cruzarse conmigo viera a un monstruo”.

“Quería estar tan fuerte como mis ídolos de Hollywood. En mi pequeño pueblo se abrió un gimnasio y empecé a ir para convertirme en Hulk”, agregó.

En su página de YouTube aseguraba que su transformación “es el resultado de años de duro entrenamiento y disciplina, junto con una comprensión de la fisiología del ejercicio y nutrición”.

“Una de mis aspiraciones es mostrar que el fitness y los logros físicos son mucho más que eso: son formas de unir a las personas, crear vínculos y ayudar a inspirar a otros en todos los ámbitos de la vida, más allá del gimnasio o el escenario”, añadía.

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