AFP
El expresidente y actual alcalde de la capital de Guatemala, Álvaro Arzú, quien firmó los tratados de paz que pusieron fin a la guerra civil en ese país centroamericano, falleció este viernes a los 72 años de edad a causa de un infarto.
Arzú se encontraba jugando golf cuando sufrió el infarto y fue trasladado a un centro de salud privado, donde falleció, según informó la concejal capitalina Rosa María Botrán.
Como presidente (1996-2000) firmó los acuerdos de paz el 29 de diciembre de 1996 para poner fin a 36 años de una guerra civil que dejó unas 200.000 víctimas entre muertos y desaparecidos según la ONU.
"Guatemala ha perdido a un gran hombre que dedicó su vida a servir. Estadista, líder y un verdadero amigo", escribió en su cuenta de Twitter el presidente Jimmy Morales.
El vocero de la capital, Carlos Sandoval, comentó que Arzú será velado la noche del viernes en el ámbito privado y el sábado su cuerpo será trasladado para honras fúnebres en el Palacio Nacional de la Cultura, antigua sede de gobierno en el centro de la capital.
El domingo será llevado al edificio de la municipalidad, para luego darle sepultura en un cementerio privado.
El gobierno de Estados Unidos lamentó la muerte del alcalde y destacó que fue "un dirigente que tuvo muchos aciertos en el país durante su distinguida carrera política", según un comunicado de su embajada en Guatemala.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó también su solidaridad con la familia del fallecido y dijo que "como Presidente y Alcalde de la Ciudad de Guatemala, impulsó la relación entre ambos países, fomentando cercanía y afecto", según escribió en su cuenta de Twitter.
El gobernante de Honduras, Juan Orlando Hernández, manifestó igualmente sus condolencias a través de la red social.
- Un político polémico -
Arzú era un destacado y polémico político que fue electo alcalde de la ciudad de Guatemala en cinco ocasiones, cuatro de ellas consecutivas, incluyendo el período actual.
También fue canciller durante el gobierno del expresidente Jorge Serrano Elías (1990-93), exiliado en Panamá tras dar un autogolpe de Estado.
Como canciller, Arzú firmó la independencia de la excolonia británica de Belice, aunque entre ambos países aún persiste un litigio territorial centenario que ahora buscan solucionar llevándolo a la Corte Internacional de La Haya.
La fiscalía guatemalteca lo tenía desde hace meses en la mira y le acusaba de corrupción y financiamiento electoral ilícito en los comicios de 2015.
Pero en marzo pasado, una Corte de Apelaciones de la capital rechazó quitar los fueros a Arzú, como habían solicitado la fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente adscrito a la ONU, en octubre.
De acuerdo con la fiscal general, Thelma Aldana, el alcalde recibió entre 2013 y 2015 bienes y servicios de una empresa para su campaña política, pero eran pagados con fondos municipales.
La empresa era propiedad del capitán retirado Byron Lima, asesinado en julio de 2016 durante un motín en la cárcel donde se encontraba tras haber sido condenado por la muerte del reconocido obispo Juan Gerardi en 1998, ocurrida durante la administración de Arzú.
Usualmente prepotente y parco con la prensa, Arzú era un aliado del presidente Morales, quien también enfrenta acusaciones por presunto financiamiento electoral ilícito en 2015, cuando ganó las elecciones.
