El Ministerio de Salud de Ecuador recortará más de 2.000 puestos de trabajo, en el marco de un plan de reducción de personal para paliar la crisis por la pandemia, informó este viernes el titular de la cartera, Juan Carlos Zevallos.
El ministro precisó que "los contratos ocasionales que vencen en el área administrativa son 2.279, lo que representa aproximadamente 2,8% de la nómina total" de la cartera de salud, donde trabajan unas 82.000 personas.
Se trata de contratos que finalizan entre mayo y julio y que no es posible "renovarlos ni prorrogarlos", dijo Zevallos en una rueda de prensa virtual.
"Son decisiones difíciles, pero no tenemos otra alternativa", agregó.
El ministro argumentó que "la grave crisis que vive el país demanda ajustes emergentes que nos permitan disponer de los recursos necesarios para pagar a los médicos, a las enfermeras, al personal de salud en general".
Zevallos hizo hincapié en que se trata de personal administrativo y no de salud el que será despedido, en medio de la pandemia que ha agravado las dificultades económicas de la nación sudamericana, donde se han reportado 35.828 casos, incluidos 3.056 muertos.
El gobierno cree, además, que otras 1.892 personas murieron probablemente por el virus.
Según el ministro, los recursos que se ahorren tras los despidos servirán para la contratación de personal de salud. Entre abril y mayo, el ministerio incorporó a su nómina 1.986 profesionales de esa área y tiene previsto contratar a 2.850 más.
Desde que fue detectado el primer caso de la covid-19 en Ecuador, el 29 de febrero, 150.000 personas perdieron sus empleos y el Estado ha dejado de percibir 8.000 millones de dólares en concepto de exportaciones y recaudación de impuestos.
Para enfrentar la crisis económica y ahorrar unos 4.000 millones de dólares, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ordenó cerrar embajadas, reducir el personal diplomático y eliminar empresas estatales.
La difícil situación económica de Ecuador, por el alto endeudamiento de 65.000 millones (con un PIB de 110.000 millones de dólares) y la caída de precios del petróleo, se agravó con el coronavirus.
Para enfrentar la crisis, el Congreso ecuatoriano aprobó una ley que prevé la reducción de hasta un 50% de las horas de trabajo y con ello un recorte de hasta el 45% del salario del trabajador. Estas medidas han sido rechazadas por sindicatos y organizaciones sociales.
Ecuador también ha recurrido a nuevos créditos por 1.400 millones de dólares para enfrentar la emergencia sanitaria.