Varios miles de simpatizantes del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidieron su liberación este domingo frente a la cárcel de Curitiba (sur), en la que está preso por corrupción desde hace exactamente un año, y en otras ciudades de Brasil y del mundo.

Desde la mañana, los partidarios del patriarca de la izquierda, de 73 años, entre ellos varios líderes del Partido de los Trabajadores (PT) y representantes de organizaciones afines, se congregaron en una estación de autobús y desfilaron unos dos kilómetros hacia la sede de la Policía Federal, donde está el presidio, entre gritos de "Lula libre" y consignas contra el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Ahí, a pocos metros de su celda de 15 metros cuadrados en la que cumple una pena de 12 años y un mes, decenas de fieles siguen en vigilia desde el día de su detención y le cantan todas las mañanas a las 9H00 "Buenos días, presidente Lula" y se despiden a las 19H00 con un "Buenas noches" coral.

"Es un proceso que no tiene ni pies ni cabeza que no podemos aceptar. Vamos a seguir manifestándonos y luchando por sus derechos", advirtió el excandidato presidencial Fernando Haddad, derrotado por Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones de octubre.

Según los organizadores, el acto reunió a 10.000 personas, mucha de ellas vestidas de rojo, mientras que la Policía Militar del estado Paraná calculó que eran entre 3.000 y 5.000.

"Sabemos que es muy difícil (su liberación), el contexto es bastante adverso, pero la esperanza nos mantiene vivos", declaró a la AFP el ingeniero agrónomo Alexandre Giehl.

La cuenta de Twitter @LulaOficial divulgó imágenes de manifestaciones y actos de apoyo al exmandatario en otras ciudades de Brasil, entre ellas Sao Paulo y Belo Horizonte, en el sureste, y en varias capitales del exterior.

Según la prensa local, también fueron convocados actos en varias ciudades a favor de la megaoperación anticorrupción Lava Jato, por la que Lula fue condenado. En una avenida principal de Sao Paulo, partidarios y detractores de Lula protagonizaron leves forcejos, según el sitio de noticias G1.

- "Soy un preso político"

Resuelto a probar su inocencia ante lo que considera una "farsa judicial", Lula dijo en una carta leída frente a la cárcel por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, que su candidatura a las elecciones de octubre fue inhabilitada para evitar que volviera a la presidencia.

"Nunca presentaron ni una prueba contra mí. Soy un preso político, exiliado de mi propio país", escribió.

En un artículo titulado '¿Por qué tienen miedo de Lula libre?' y publicado este domingo en el diario Folha de Sao Paulo, aseguró que su encarcelamiento busca evitar que reorganice a la oposición en el país, en momentos en que su partido está falto de liderazgo y desprestigiado por la corrupción que envolvió a casi toda la clase política.

Además, denunció la "parcialidad" del actual ministro de Justicia de Bolsonaro, Sergio Moro, el exjuez responsable de su condena en primera instancia.

El exmandatario fue condenado en primera y segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un apartamento puesto a su disposición por constructoras para obtener contratos en Petrobras.

En febrero de este año, fue sentenciado a otros 12 años y 11 meses, al considerar que obtuvo reformas en una hacienda, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.

Si esta pena es ratificada en segunda instancia, sus condenas sumarían 25 años. Pero bajo la ley brasileña podría gozar de un régimen semiabierto con cuatro cumplidos, un sexto de la sentencia, siempre que no sea condenado en otro de los procesos que tiene abiertos.

Sus incontables recursos han sido rechazados, y el pasado jueves el Supremo Tribunal Federal (STF) aplazó sin fecha las discusiones de la próxima semana sobre un cambio de jurisprudencia para los condenados en segunda instancia, que podría conducir a su excarcelación.

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