Bajo el lema "Merkel debe marcharse", cerca de 2.000 ultraderechistas se manifestaron este sábado (07.05.2016) en la capital alemana contra la política de la canciller alemana, Angela Merkel.

Mientras que los extremistas se quedaron lejos de alcanzar la cifra récord de manifestantes a la que aspiraban, las tres contramanifestaciones programadas para bloquear esta marcha reunieron a unas 8.400 personas.

La protesta ultraderechista transcurrió entre fuertes medidas de seguridad y fue vigilada por unos 1.700 agentes. La jornada transcurrió sin mayores problemas. Solo se produjeron choques aislados entre sectores menores de ambos grupos.

Los extremistas habían planeado reunir a entre 5.000 y 6.000 personas, pero ni siquiera lograron congregar a los 3.000 participantes de su última protesta en marzo pasado. La marcha arrancó a las 15:00 hrs. (13:00 GMT) frente a la estación central de la capital alemana con una serie de discursos cargado de graves ataques contra el Ejecutivo alemán.

"Si por defender a mi patria me llaman nazi, que me llamen nazi. ¡Me importa una mierda", gritó uno de los que intervinieron desde el estrado al comienzo de la marcha ultraderechista, provocando aplausos y una cerrada ovación de los manifestantes.

Llegada de refugiados polariza al país

La hora de discursos que precedió a la marcha sirvió para tachar desde el escenario a Merkel y a su Gobierno de traidores a Alemania, alertar contra los inmigrantes y los musulmanes, y reclamar las tradiciones y valores tradicionales, la cultura alemana y hasta el cristianismo.

La llegada de 1,1 millones de refugiados el año pasado a Alemania, una cifra récord desde la II Guerra Mundial, ha polarizado a la población del país y ha dado alas al discurso xenófobo de la ultraderecha, que está viviendo un fuerte auge vistiendo sus proclamas de un endeble populismo social.

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