Decenas de miles de brasileños salieron de nuevo este sábado (24.07.2021) a las calles de varias ciudades del país para pedir el 'impeachment' del presidente Jair Bolsonaro, cada vez más desgastado sobre todo por su caótica gestión de la pandemia.
Se trata de la cuarta protesta en menos de dos meses en la que se levanta masivamente la ciudadanía contra el líder negacionista. Las manifestaciones más multitudinarias ocurrieron en Sao Paulo (la ciudad más poblada de Brasil y la más golpeada por la pandemia), Río de Janeiro, Recife, Belo Horizonte y también en Brasilia, donde las protestas se concentraron ante la sede del Congreso, para reforzar la presión por un juicio político contra el mandatario.
Los manifestantes también pidieron acelerar el proceso de vacunación y aumentar el monto de los auxilios para que los más pobres puedan enfrentar la crisis.
Convocadas por las centrales sindicales, partidos de izquierda y movimientos sociales, las protestas se realizaron de forma pacífica, durante todo el día. "La indignación de las personas y las protestas de las calles van a llegar al Congreso. Los partidos y los sindicatos están presionando para que se abra el proceso de destitución", indicó Gleissi Hoffman, presidente del Partido de los Trabajadores (PT), la principal formación de oposición.
Sospechas de corrupción
La gestión del Gobierno está siendo duramente cuestionada por sospechas de corrupción en la compra de vacunas, que han sido destapadas por las investigaciones que adelanta una comisión del Senado y que han puesto hasta al mismo mandatario bajo el ojo de la Fiscalía. Además, Brasil es uno de los países más azotados por la pandemia del coronavirus, con más de 548.000 muertos y 19,6 millones de contagios.
Hasta el inicio de la tarde, la prensa brasileña reportó, con imágenes de avenidas llenas de manifestantes, protestas contra Bolsonaro en 20 de los 26 estados de Brasil. La popularidad del mandatario ultraderechista está en su nivel más bajo, 24 por ciento, y los sondeos indican que en las presidenciales de octubre del año que viene sería derrotado por su mayor rival, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.