El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, comenzó este lunes un recorrido de cinco días por Europa. Sus objetivos estarán centrados en reforzar las alianzas con los estados europeos para intentar contrarrestar la creciente influencia que tienen en la región Rusia y China.
La primera parada de Pompeo es Hungría, luego llegará a Eslovaquia, Polonia -donde participará en una conferencia sobre Oriente Próximo organizada por el Gobierno estadounidense-, Bélgica e Islandia.
"Nuestra visión es que llegamos un poco tarde y es muy necesario, ya que ha sido en parte por la falta de acercamiento de Estados Unidos a la región durante la última década lo que ha provocado que países como China y Rusia ocupen sus zapatos en Europa Central", señaló un funcionario norteamericano citado por la agencia DPA.
Desde la Administración norteamericana también han apuntado que existe "una importante presencia" de compañías chinas en la zona, especialmente en el ámbito de las telecomunicaciones, como es el caso del gigante tecnológico Huawei en Hungría.
Pompeo también expresará preocupaciones sobre los lazos con Moscú respecto a la energía. En este sentido instará a Hungría a no apoyar el gasoducto TurkStream, parte de los planes del Kremlin para convertirlo en la principal ruta del gas ruso hacia Europa.
Ningún secretario de Estado ha visitado la capital de Eslovaquia, Bratislava, en más de 20 años. La última vez que un presidente norteamericano pisó Hungría fue en 2006, mientras que el mandatario ruso, Vladimir Putin, visitó dos veces el país el año pasado.