Los bombardeos israelíes sobre Gaza podrían ser considerados un"crimen de guerra", dijo el jueves la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, subrayando que no había pruebas de que los edificios tomados por blanco fueran usados con fines militares.
"Si resulta que el impacto sufrido por civiles y bienes materiales civiles ha sido indiscriminado y desproporcionado, este ataque podría constituir un crimen de guerra", dijo Bachelet al inicio de una reunión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás, en el poder en Gaza, fue el cuarto desde 2008 y estalló el 10 de mayo con el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás hacia el territorio israelí, en respuesta a los enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, ocupado por Israel.
Israel respondió bombardeando Gaza y estos ataques, según Bachelet, provocaron "numerosos muertos y heridos entre los civiles y generaron destrucción y daños materiales a gran escala en bienes civiles".
Se trata de "edificios gubernamentales, casas, edificios residenciales, organizaciones humanitarias internacionales, instalaciones médicas y carreteras que permiten a los civiles acceder a los servicios esenciales como los hospitales", citó.
"Pese a las afirmaciones de Israel que asegura que numerosos de estos edificios acogían a grupos armados o eran usados con fines militares, no hemos visto pruebas al respecto", agregó Bachelet.
Los enfrentamientos en Jerusalén-Este, previos a esta ofensiva entre Israel y Hamás, surgieron por la amenaza de desalojo de familias palestinas de la parte oriental de la ciudad, en beneficio de los colonos israelíes.
"Esta escalada está directamente relacionada con las protestas y la dura respuesta de las fuerzas de seguridad israelíes, primero en Jerusalén Este y luego en todo el territorio palestino ocupado así como en Israel", dijo Bachelet.
También indicó que los disparos de cohetes de Hamás "son indiscriminados y no distinguen entre objetivos militares y civiles, por lo que su uso es una clara violación del derecho internacional humanitario".
Del 10 al 21 de mayo, 254 palestinos murieron en los bombardeos israelíes en Gaza, entre ellos 66 niños y también milicianos. En Israel, los cohetes lanzados desde la Franja mataron a 12 personas.