México superó este sábado los 60.000 fallecidos de COVID-19, una cifra que superó el escenario "más catastrófico" que habían estimado las autoridades sanitarias del país.
Las autoridades reportaron 644 fallecimientos en las últimas 24 horas, por lo que el total llegó a 60.254 defunciones, además de 556.216 casos confirmados de la enfermedad.
El número total de fallecidos es superior a la peor estimación que habían planteado las autoridades sanitarias el pasado 4 de junio, cuando el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo que "un escenario muy catastrófico pudiera llegar a 60.000 (defunciones)".
México es el tercer país más enlutado después de Estados Unidos y Brasil por la enfermedad, según estadísticas de la AFP basadas en datos oficiales.
Pese a ello las autoridades mexicanas se han mostrado optimistas. El pasado 18 de agosto, López-Gatell dijo que la pandemia en el país había entrado "en fase de descenso" al anunciar que había una disminución en la cantidad de casos diarios y de fallecimientos.
Sin embargo, otros especialistas expresaron dudas al respecto ante el bajo número de pruebas que hace el país.
"En el caso de las muertes, esas son muertes comprobadas y en hospitales, pueden estar ocurriendo muertes no comprobadas y en domicilios, y que sea un dato no verídico", dijo en ese momento Malaquías López, experto de la Universidad Nacional Autónoma y exdirectivo de la secretaría de Salud.
Según una estimación de la universidad de Oxford, dentro de un grupo de 15 países latinoamericanos México es el que realiza menos test con 7,96 por cada 100.000 habitantes.
El primer contagio en el país se conoció el 28 de febrero y desde entonces el avance de la epidemia ha superado las estimaciones de las autoridades sanitarias.
El gobierno declaró una cuarentena el 23 de marzo, aunque se mantuvieron abiertas actividades económicas esenciales, sin sanciones por incumplimiento. Posteriormente varios sectores del país han ido retomando sus actividades.