Luego de que su partido fuese relegado a tercera fuerza política en unas elecciones regionales, Merkel defendió su política de refugiados y dejó abierta la posibilidad de una cuarta legislatura en 2017.
La canciller alemana y presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) asumió la responsabilidad por la derrota de su formación en las elecciones regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, pero defendió su política hacia los refugiados.
"Por supuesto que eso (la derrota de su partido) tiene que ver algo con la política hacia los refugiados", dijo Merkel al margen de la cumbre del G20 celebrada en la ciudad china de Hangzhou. "Aun así, creo que las decisiones que hemos tomado son correctas", insistió.
"Muy descontenta" con los resultados del "Land" en el que ella tiene su distrito electoral, aseguró que se siente corresponsable de lo sucedido como presidenta de la CDU y canciller, ya que la campaña estuvo dominada por temas nacionales, como la crisis de refugiados y el reto de su integración, y no por los problemas de la región.
Histórica derrota regional
La CDU sufrió en una histórica derrota en el Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde fue relegada por primera vez por el partido xenófobo de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que capitalizó el descontento con la política migratoria del Gobierno de Merkel, ubicándose como segunda fuerza tras los socialdemócratas del SPD.
No obstante, en sus declaraciones a los medios al término de la reunión del G20, Merkel afirmó hasta tres veces que "la base de las decisiones adoptadas en los últimos meses es correcta" y descartó un cambio de rumbo. En su opinión se ha conseguido "mucho", pero está claro que hay que convencer a los ciudadanos de que se trata del camino correcto.
La mandataria asumió que su partido debe "tomar nota de que muchas personas no tienen la confianza suficiente" en la efectividad de las actuales medidas y debe por tanto "trabajar intensamente para recuperar esa confianza".
Merkel defendió el acuerdo firmado entre la UE y Turquía para la devolución de refugiados e inmigrantes irregulares y su apuesta por reducir el número de solicitantes de asilo que llegan al país (que el año pasado recibió a cerca de 1,1 millones de personas), por mejorar la integración y por impulsar las expulsiones de quienes no tienen derecho a permanecer en Alemania.
Preguntada sobre si la derrota electoral puede influir en su decisión de volver a presentarse como candidata a la Cancillería para una cuarta legislatura en las generales de 2017, se limitó a repetir que anunciará si continúa en el momento oportuno.