La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, está protagonizando una imprevista polémica  luego de una sorpresivo viaje a Texas visitar a niños inmigrantes en la frontera sur del país.

La acción de comunicación de la Casa Blanca para contrarrestar en algo el escándalo y crisis política generadas por la separación hijos de sus padres inmigrantes indocumentados, no ha resultado bien debido a una problemática elección del vestuario utilizado por la primera dama.

Melania Trump se dejó abordando un avión a Texas con una chaqueta militar de color verde olivo que en su espalda tenía un mensaje impreso en inglés, cuya traducción dice: "Realmente no me importa, ¿y a ti?".

La chaqueta es vendida por Zara y vale 39 dólares, según publicaron varios medios que lograron dar con el origen de la prenda,  mientras la polémica comenzó a encenderse en redes sociales.

"Es una chaqueta", dijo su portavoz Stephanie Grisham en un comunicado citado por Business Insider. "No hubo ningún mensaje oculto. Después de la importante visita de hoy a Texas, espero que los medios no elijan enfocarse en su vestuario (al igual que sus tacones el año pasado)".

En agosto de 2017, Melania fue fuertemente criticada por viajar a Houston, ciudad inundada tras el paso del huracán Harvey, vestida con un look de aviadora chic y tacos aguja. 

La esposa del presidente Trump visitó un albergue de niños administrado por la Iglesia luterana y un centro de procesamiento de inmigrantes de la guardia fronteriza en la localidad de McAllen, en el estado de Texas.

La visita de Trump a McAllen, Texas, se produjo en medio de la tormenta de fuego sobre la política de separación de la familia del presidente Donald Trump, que vio a los niños quitados de sus padres.

"Quiero saber cómo podemos ayudar a estos niños a reunirse con sus familias lo antes posible", les dijo la primera dama a los auxiliares del albergue.

De acuerdo con informaciones de la oficina de la primera dama, el albergue reúne actualmente unos 60 niños con edades que van de los 5 a los 17 años, provenientes de Honduras y El Salvador.

En Washington la espectacular controversia por las informaciones sobre más de 2.300 niños y menores de edad separados de sus familias multiplicó la presión sobre los legisladores para definir una salida legal a la situación.

La secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, dijo este jueves que "el Congreso tiene la autoridad y la responsabilidad de hacer las leyes y arreglar nuestro sistema migratorio. El Congreso tiene que actuar".

La visita de Melania se produce solo un día después de que su esposo firmara una orden ejecutiva diseñada para poner fin a la política de separación de familias indocumentadas.  Donald Trump firmó un decreto después de una semana de insistir en que la única respuesta posible estaba en manos del Congreso.

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