Un juez londinense dio razón este jueves a la duquesa de Sussex, Meghan, en su demanda por violación de la privacidad presentada por contra un diario sensacionalista británico por publicar una carta que escribió a su padre con quien mantiene una tensa relación.
El juez Mark Warby de la Alta Corte de Londres dictaminó que la duquesa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, "tenía una expectativa razonable de que el contenido de la carta permanecería en el ámbito privado".
Los artículos del Mail on Sunday "interfirieron con esa expectativa" y son ilegales, dictaminó.
Intentando evitar un proceso altamente mediático, los abogados de Meghan había pedido al magistrado que emitiera un "juicio sumario", trámite que en el derecho anglosajón permite resolver un caso sin juicio.
Warby consideró "sin embargo, que debe haber un juicio limitado a las cuestiones relativas a la propiedad de los derechos de autor", otro de los cargos denunciados por la duquesa, y fijó una nueva vista para el 2 de marzo, por lo que se puede considerar una victoria solo a medias.
Meghan, de 39 años, emprendió acciones legales contra el grupo Associated Newspapers, editor del periódico Daily Mail, su versión dominical Mail on Sunday y la web Mail Online, por publicar extractos de una misiva enviada al controvertido Thomas Markle, de 76 años.
La carta fue escrita en agosto de 2018, unos meses después de que Meghan se casara con el príncipe Enrique, nieto de Isabel II, y en ella le pedía a su padre que dejara de hablar con la prensa y de hacer afirmaciones falsas sobre ella en las entrevistas.
Su abogado Justin Rushbrooke había defendido durante las vistas previas que la carta era "evidentemente privada" y que no era necesario un juicio completo.
"Arrojar luz" sobre una "estrategia mediática"
Pero los abogados de Associated Newspapers argumentaron que era necesario llamar a testigos para "arrojar luz" sobre si Meghan planeaba que la carta se hiciera pública como parte de una "estrategia mediática".
Y sugirieron que antiguos miembros del equipo de comunicación de los duques Sussex podrían testificar, haciendo públicos detalles potencialmente comprometedores sobre la vida del príncipe y su esposa, primer miembro mestizo de la familia real británica que nunca ocultó sentirse a disgusto entre los rigores protocolarios de la monarquía británica.
"La carta no decía que me amaba. Ni siquiera preguntaba cómo estaba yo. No mostraba preocupación por el hecho de que yo había sufrido un ataque al corazón y no hacía preguntas sobre mi salud", afirmó Thomas Markle en una declaración escrita al juez a finales de enero.
"En realidad señalaba el fin de nuestra relación", aseguró, dando un anticipo de lo que podría ocurrir si ambos se enfrentaran en un juicio en Londres.
Los abogados de Meghan han negado que ella tuviera la intención de hacer pública la carta en algún momento, o que colaborara con los autores de la biografía "Finding Freedom" ("Hacia la libertad") que relata el estrepitoso alejamiento de la pareja de la monarquía británica y que también contenía extractos parciales de la carta.
Meghan y Enrique dejaron sus funciones reales en marzo del año pasado y ahora viven en California.
Han emprendido una serie de acciones legales contra los medios de comunicación alegando invasión de la intimidad, incluso por las fotos de su hijo Archie tomadas por los paparazzi.
Esto ha suscitado críticas, ya que al mismo tiempo la pareja está lanzando proyectos de gran repercusión pública, como un podcast de Spotify en el que su hijo hizo una breve aparición.
El príncipe Enrique aceptó este mes una indemnización de Associated Newspapers por unas falsas acusaciones de que no había mantenido el contacto con los Royal Marines después de dejar el Reino Unido.