AFP
"La histórica disculpa de Japón por el uso de esclavas sexuales coreanas durante la Segunda Guerra Mundial es demasiado poco y llega demasiado tarde", dijeron este miércoles los medios estatales chinos, que consideraron como poco sincero el tan esperado mea culpa.
Tokio y Seúl alcanzaron el lunes un acuerdo para solucionar su conflicto sobre las "mujeres de confort", coreanas forzadas por el ejército imperial japonés a prostituirse en su antigua colonia.
El asunto había irritado a los países aliados de Estados Unidos que temían que este persistente resentimiento acercara Corea del Sur a China, en un momento en que Pekín aumentó su gasto militar y buscar afirmarse cada vez más en el exterior.
Aunque el acuerdo agradó a muchos en Washington, Pekín lo recibió con frialdad, máxime cuando esgrime contra Tokio las atrocidades cometidas por Japón en China en tiempos de guerra, entre ellas el uso de "mujeres de confort" chinas.
Tras el acercamiento, sigue habiendo dudas de por qué Japón "escogió" Corea del Sur para una disculpa, escribió el martes por la noche la agencia de noticias oficial china Xinhua, que subrayó el, a su juicio, "revisionismo histórico" del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Abe ha puesto en duda públicamente las afirmaciones de que los militares japoneses obligaron sistemáticamente a mujeres a convertirse en esclavas sexuales.
"¿El acuerdo es de mera conveniencia o una expresión genuina y sincera de arrepentimiento?", se preguntó Xinhua.
En un editorial publicado el miércoles, el diario estatal China Daily indicó que el acuerdo entre Seúl y Tokio, que incluye el pago de más de 8 millones de dólares a un fondo de víctimas, "se impulsó en gran medida políticamente, en lugar de ser un fiel reflejo de la responsabilidad [de Japón]".
"No es suficiente para que Japón muestre que está dispuesto realmente a asumir la responsabilidad de su pasado", añadió.
La mayoría de los historiadores consideran que hasta 200.000 mujeres, la mayoría coreanas pero también chinas, indonesias y habitantes de otros países asiáticos, fueron sometidas a esclavitud sexual por el ejército imperial durante la Segunda Guerra Mundial.
El activista Tong Zeng, residente en Pekín, dijo a la AFP que el acuerdo entre Japón y Corea del Sur "conmocionó realmente" en China, un país que, como "mayor víctima" de la guerra, "tiene que seguir luchando para obligar a Japón a pedir perdón lo antes posible".
"De lo contrario, esto no será bueno para la historia y la paz regional", añadió.