El movimiento antivacuna es una organización que tomó gran fuerza a fines de la década de los 90’, luego de que saliera a la luz un estudio del médico británico Andrew Wakerfield, donde se indicaba un supuesto vínculo entre el autismo y las vacunas que protegen contra el sarampión, rubeola y paperas.

Esto llevó a que muchos padres tomaran la postura de no vacunar a sus hijos para prevenir este trastorno. Dicha versión terminó siendo desmentida por la ciencia y las consecuencias de no vacunar a un niño pueden ser muy graves.

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Por lo mismo, algunos pediatras en Estados Unidos tomaron la opción de no tratarlos para no poner en riesgo al resto de los pacientes. Sin embargo, esto tiene un trasfondo mayor, consignó CNN.

Según un estudio nacional a 303 consultorios pediátricos realizado de abril a julio de 2019 del campus médico Anschutz de la Universidad de Colorado, publicado en la revista Jama, un 51% de los recintos dijeron tener una política de despido para las familias que se niegan a vacunar a sus hijos.

Algunos médicos señalaron que esta práctica es una forma de alentar a los padres a vacunar a sus hijos, mientras que otros indicaron que también es una prevención, ya que los niños no vacunados podrían poner en peligro al resto de los pacientes.

¿Cuál es la situación en Chile?

Nuestro país ha comenzado a prepararse para afrontar este movimiento antivacunas. Según declaró a T13.cl la directora del área Jurídica de DeFam, María Paz Sangüesa, “es una realidad al punto que no solo existen funcionarios de los servicios de salud recurriendo a protección en contra de los padres que no vacunan a sus hijos, sino que también hay padres que han pedido protección para intentar dejar sin efecto esta norma”.

Las áreas de salud de todo el país también se han visto perjudicadas por un brote de desinformación. Según declaró a este sitio el infectólogo de la Clínica Las Condes, Rodrigo Blamey, son las redes sociales quienes han facilitado la difusión de estas ideas. Blamey aseveró que, al enfrentar uno de estos casos, “lo primero que hacemos es informar con datos veraces”.

El especialista agregó que se informa a los pacientes sobre la seguridad de las vacunas y sobre la falsedad de los datos que asocian a estas con autismo u otras enfermedades.

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