Nueves meses después de los ataques que dejaron 12 personas muertas, los problemas de la revista satírica Charlie Hebdó no cesan. Al contrario: se profundizan.
Así lo explicó el columnista Patrick Pelloux a la periodista de BBC Lucy Williamson: "Charlie Hebdo murió el 7 de enero y una parte de nosotros murió con las víctimas".
En estas semanas, Pelloux acaba de hacer pública su renuncia: dejará la revista a finales de año.
Pero no es el único; el caricaturista Luz, el mismo que diseñó la famosa portada de primera edición de Charlie Hebdo tras los ataques, también anunció su dimisión.
Durante los últimos meses, se han visto numerosas luchas internas y renuncias que afectaron a la revista satírica.
Y paradójicamente, uno de los problemas se volvió la enorme ayuda económica que recibió después de los ataques, lo que la convirtió en una de las revistas más adineradas de Francia. Y con el dinero llegaron las disputas.
Un periodista francés incluso comparó la situación con la de un equipo de fútbol durante el mercado de fichajes.
Han pasado nueve meses desde entonces y la situación hoy en día parece ir a peor.
Una historia de supervivencia
En enero, varios hombres armados irrumpieron en las oficias de la revista satírica francesa Charlie Hebdo y mataron a 12 personas.
Los ataques provocaron la simpatía y solidaridad hacia la revista desde diversos rincones del mundo.
Y también una gran avalancha de apoyo financiero.
Se trataba de una historia de supervivencia; la valentía y la amistad resaltaban ante el horror de los ataques.
Los sobrevivientes hablaban de los estrechos vínculos entre el personal que trabajaba en la revista.
Y unos días después de que sus colegas murieran, la periodista de Charlie Hebdo Zineb El-Rhazoui dijo a BBC que sacar adelante el siguiente número "era una manera de hacer honor a lo que les unía como equipo".
"Debíamos continuar, mostrar valor. Pero ser fuerte también significa ser capaz de pasar página y de permitir que otros sigan con la lucha. Charlie Hebdo murió", dijo El-Rhazoui.
"Hoy hay un nuevo Charlie Hebdo, que se ha convertido en símbolo mundial de la libertad de expresión y del buen periodismo".
"Héroes de la clase trabajadora"
Poco después de los atentados, más de un millón de personas marcharon por las calles de París para mostrar su solidaridad.
"Prácticamente de la noche a la mañana, la revista y sus trabajadores se convirtieron en símbolo de la libertad de expresión, y eso es una gran presión para cualquiera", explica a BBC el editor del dario francés Libération, Laurent Joffrin.
"Ser un héroe de la clase trabajadora es algo muy dificil, y más aún ser un héroe de la libertad de expresión", agrega.
"No estaban preparados para convertirse en algo así. Estaban preparados para ser caricaturistas en una pequeña publicación".
Durante los meses que siguieron al ataque, el equipo restante de Charlie Hebdo se trasladó a las oficias del diario francés Libération.
Ahora, se han mudado a una nueva sede permanente.
Sin embargo, Joffrin asegura que el continuo riesgo de seguridad todavía pesa en cada uno de los miembros de la revista.
Amenazados
"La amenaza hacia cada uno de ellos es muy alta", contó a Williamson.
"Cada islamista en el mundo sueña con matar a uno de estos tipos. Así que tienen que vivir en sus casas con las cortinas cerradas porque tienen miedo de los francotiradores", sostiene Joffrin.
"Viven en la oscuridad. Y es probable que esto tenga que ser así durante el resto de sus vidas. Eso demuestra que quienes siguen adelante son muy valientes".
Joffrin dijo a BBC que la revista no modificó sus valores tras los ataques.
Pero no todos están de acuerdo.
Tanto Luz como el nuevo director de la revista, Riss, aseguran que ya no publican caricaturas del profeta Mahoma.
Zineb El-Rhazoui dice que está preocupada de que los riesgos de seguridad puedan desencadenar un cambio en la dirección editorial.
"Me pregunto si esto es una especie de retirada para que los terroristas se tranquilicen y nos olviden. Si se trata de una estrategia de este tipo, creo que es equivocada porque cuando aceptas los límites que quieren ponerte, entonces te pondrán más".
La periodista, junto con otros 14 miembros del equipo, publicó una carta abierta a principios de este año, pidiendo a la revista que permaneciera fiel a sus valores.
Falta de fondos
Pero las disputas editoriales, habituales en cualquier empresa mediática, se complican por otra consecuencia inesperada de los ataques de enero: el dinero.
"Charlie Hedbo era una publicación pobre antes de los ataques, y después del 7 de enero recibimos dinero de todas partes, mucho dinero. Nos convertimos en una de las publicaciones más ricas de Francia", relata El-Rhazoui.
"Y el problema es que el dinero y el poder para tomar decisiones se concentraron en las manos de tan sólo dos accionistas".
Los atacantes mataron a tres de los cinco accionistas del periódico, incluido su director y fundador, Charb.
Los accionistas que sobrevivieron, incluido Riss, dijeron que el 100% de las ganancias de este año sería reinvertido en la revista. Y las donaciones serían divididas entre las víctimas y sus familiares.
Pero incluso este tema era causa de disputas en cuanto a cómo compartir los fondos.
Para algunos, las pérdidas humanas del 7 de enero también significaron la pérdida de algo esencial en la publicación.
Como dijo Patrick Pelloux: "Charlie Hebdo ha muerto, larga vida a Charlie Hebdo".
Estas fueron las víctimas de los ataques de París:
En las oficinas de Charlie Hebdo:
El editor-fundador y caricaturista de Charlie Hebdo, Stephane "Charb" Charbonnier, 47, quien vivía bajo protección policíal tras haber recibido varias amenazas de muerte
- Los caricaturistas Jean "Cabu" Cabut, 76, Bernard "Tignous" Verlhac, 57,Georges Wolinski, 80, y Philippe Honore, 73
- La psicoanalista y columnista Elsa Cayat, 54, la única mujer asesinada
- El economista y columnista habitual de la revista, Bernard Maris, 68, conocido por los lectores como Tío Bernard
- Michel Renaud, que estaba de visita, como editor invitado
- Mustapha Ourrad, corrector de estilo
- El oficial de policía Ahmed Merabet, 42, que fue abatido en una calle cercana, tras el ataque
- Frederic Boisseau, 42, portero, que se encontraba en la recepción cuando los hombres armados irrumpieron en el edificio
- Franck Brinsolaro, 49, guardaespaldas personal de Charb
Ataques en Montrouge:
- Clarissa Jean-Philippe, 27, policía asesinada en el barrio de Montrouge
- Supermercado Hyper Cacher
- Yohan Cohen, 20, que trabajaba en el supermercado judío
- Philippe Braham, 45, director comercial de una empresa tecnológica
- Yoav Hattab, 21, estudiante
- Francois-Michel Saada, 64, administrador de fondos de pensiones