Más de dos millones de musulmanes inician este viernes la peregrinación anual a La Meca, en el oeste de Arabia Saudita, cuyas autoridades pidieron no politizar este gran encuentro religioso en el actual contexto de tensiones en el golfo Pérsico.

Para evitar cualquier accidente durante el llamado hach, una de las mayores concentraciones religiosas del mundo, se desplegaron decenas de miles de miembros de las fuerzas sauditas de seguridad. En 2015, casi 2.300 personas perdieron la vida en una estampida.

Pilar del islam

Unos 2,5 millones de fieles realizarán este año el hach, según la prensa local. Las autoridades detallaron que se esperan más de 1,8 millones de peregrinos extranjeros. "Todas las instituciones del Estado están movilizadas", declaró a la prensa el portavoz de las fuerzas de seguridad, Basam Atia.

El hach es uno de los cinco pilares del islam, que todo musulmán debe cumplir al menos una vez en la vida si tiene los medios financieros y las condiciones físicas para hacerlo.

La madrugada del sábado, los peregrinos partirán hacia el monte Arafat, a unos 20 kilómetros al este de La Meca, donde el hach alcanza su punto máximo. Allí, el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace unos 14 siglos, de acuerdo a los fieles.

Peregrinación en medio de tensión política

El hach, que culmina el martes, se celebra este año en un contexto de tensión en el golfo Pérsico, después de que entre mayo y junio se registraran una serie de ataques contra petroleros, el derribo de un dron estadounidense y capturas de buques.

Arabia Saudita y su aliado Estados Unidos responsabilizan a Irán, el gran rival de Riad, de los ataques a las embarcaciones, algo que Teherán rechaza.

Según la agencia iraní Tasnim, este año participarán en el hach unos 88.550 iraníes, a pesar de que Riad y Teherán no mantienen relaciones diplomáticas.

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