Las catástrofes naturales parecen golpear una y otra vez a Haití en los últimos tiempos.

Este martes, el paso del huracán Matthew dejó más de 280 personas muertas en el país, según informaron las autoridades el jueves de noche. Sólo en la localidad de Roche-a-Bateau, en el sur del país, fallecieron 50.

Por si esto fuera poco, en la principal ciudad de la península, Jeremie, cerca del 80% de los edificios fueron derribados, al tiempo que en la provincia de Sud 30.000 hogares fueron destruidos.

Sin embargo, la catástrofe más letal sucedió en enero de 2010, cuando el país sufrió el peor terremoto en 200 años de historia. Unas 220.000 personas murieron y cerca de un tercio de sus 10 millones de habitantes se vieron afectados por este desastre natural.

Seis años después todavía unas 60.000 personas seguían sin hogar, viviendo en refugios, cuando este nuevo desastre llegó.

"Estoy muy preocupado. Haití ya tiene muchos problemas económicos y ahora la Madre Naturaleza agregó más", le dijo a la BBC Robert Leger, un cirujano haitiano de 64 años.

"El mes pasado la producción de arroz y frijoles había aumentado y ahora la agricultura se va a ver seriamente afectada", agregó.

Parecería una cuestión caprichosa del destino, más si se compara a Haití con su país vecino, República Dominicana, con el cual comparte la misma isla pero no la misma suerte.

Sin ir más lejos, en República Dominicana murieron cuatro personas y dos centenares de casas se vieron afectadas tras el paso del huracán Matthew.

¿Por qué Haití?

Más de la mitad de los habitantes de ciudades de Haití viven hacinados en barrios pobres vulnerables a cualquier terremoto, huracán o brote de una epidemia.

En octubre 2010, por ejemplo, la isla sufrió una epidemia de cólera transmitida supuestamente por las tropas de paz de Naciones Unidas (ONU).

Por otra parte, la deforestación masiva ha llevado a la erosión del suelo. Esto hace que en las zonas rurales la capa superior de las tierras utilizadas para la agricultura a menudo sea arrastrada con las lluvias.

En Puerto Príncipe, a su vez, este problema deja peligrosamente expuestas a las casas y chozas construidas en las laderas la capital.

También hay cuestiones naturales. Haití está situado en medio de una compleja red de placas tectónicas y fallas geológicas, que resultan del movimiento de la placa del Caribe y la enorme placa de Norteamérica.

El deslizamiento súbito de una de estas, la falla de Enriquillo, fue la que condujo al desastre de 2010.

Finalmente, otro factor negativo para Haití es la inestabilidad política y corrupción. Sin un gobierno efectivo desde hace décadas, el país ocupa actualmente el puesto 163 entre los 188 países que integran el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.

Por ende, se gasta poco en defensas para tormentas, huracanes, ciclones, inundaciones y terremotos.

Esto resultó evidente cuando en marzo de 2010 Chile sufrió un terremoto que se calcula fue 500 veces más fuerte que el de unos meses antes en Haití, pero se registraron unas 550 muertes.

La diferencia es que en el país sudamericano los edificios se construyen respetando normas antisísmicas y tanto las autoridades como la población están educadas para lidiar con una emergencia de estas características.

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