El tribunal de la ciudad de Lyon, Francia, dirimirá esta tarde sobre una serie de declaraciones públicas contra los musulmanes de la líder ultraderechista del Frente Nacional, Marine Le Pen.
La acusación es por “incitar el odio racial” y data de unos dichos que emitió en 2010 a raíz de la costumbre de los musulmanes de rezar en las calles los viernes.
En esa ocasión Le Pen dijo: “Lo siento, pero para todos esos a los que tanto les gusta recordar la II Guerra Mundial, si se trata de hablar de la Ocupación, se podría comparar. Esto es una ocupación del territorio. Cierto, no hay blindados, tampoco soldados, pero es igualmente una ocupación”.
Un año después de eso, quedó prohibido rezar en la calle en Francia.
La frase que pronunció Le Pen ante unas 250 personas en Lyon desató en un caos político y frustró sus intenciones de separarse de los comentarios antisemitas que su padre, Jean Marie Le Pen, había pronunciado en ocasiones anteriores.
Por eso, la líder del partido ultraderechista recibió una demanda de tres asociaciones antirracistas. Luego de eso, el Parlamento le levantó la inmunidad como eurodiputada y podría ser condenada a un año de prisión y a una multa de 45.000 euros.
Cuando llegue el momento de comparecer ante el tribunal, Marine Le Pen quiere hacer uso de su libertad de expresión y explicarse ante los jueces, según ha dicho el diario El País.
Este es el primer juicio por odio racial contra un líder del Frente Nacional, partido ultraderechista que se ha caracterizado por su fuerte discurso contra la inmigración y la islamización del país. Eso sí, el grupo presenta altas proyecciones en la política francesa y de hecho fue el más votado de Francia en las últimas elecciones europeas.