El ejemplo de Gran Bretaña, que decidió en las urnas llevar a cabo el “brexit” de la Unión Europea, podría tener una secuela en Francia. Este sábado la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, visitó la pequeña localidad de Brachay, en el noreste del país, donde aseguró que si gana las elecciones presidenciales de 2017, realizará un referendo sobre la membresía de Francia en la UE.
“Este referendo sobre la pertenencia de Francia a la Unión Europea, lo voy a hacer. Sí, es posible cambiar las cosas. Miren a los británicos, ellos decidieron su destino, escogieron la independencia. Podemos volver a ser un pueblo libre, orgulloso e independiente”, comentó la dirigente, en su primera aparición pública tras un receso de verano. En el acto, Le Pen se presentó como la única defensora de la ley, el orden y la unidad nacional.
Asimismo, sostuvo que la mejor forma de combatir al terrorismo es el papel del sufragio. El Frente Nacional fue el único gran partido político francés que llamó a los británicos a votar a favor de su salida de la Unión Europea, con la esperanza de que el “brexit” impulsara su propia agenda euroescéptica en casa. En Francia, un referendo de ese tipo solamente es posible con la aprobación del presidente.
Cada vez más popular
La dirigente derechista también criticó a la “salvaje globalización” y pidió el respaldo de la “Francia de los olvidados, los abandonados y los sin voz”. Le Pen eligió Brachay como punto simbólico para dar su discurso pues en esa pequeña localidad, de pocas docenas de habitantes, obtuvo su mejor votación en las pasadas parlamentarias. Refiriéndose a la polémica por los burkinis, sostuvo que las mujeres deberían tener los mismos derechos que los hombres “a disfrutar del estilo de vida francés en la playa y en la escuela, en la calle y en el trabajo”.
El partido de Le Pen, cada vez más popular, se alimenta del sentimiento antieuropeo y antiinmigración y los sondeos de opinión muestran que podría llegar a una segunda vuelta con un enorme caudal de votos, aunque en el balotaje de las presidenciales (que se realizaría en mayo de 2017) perdería esa segunda vuelta frente a un candidato más tradicional.