La masiva llegada de migrantes a Europa ha obligado al continente a reorganizar sus políticas de acogida a los extranjeros. La Comisión Europea (CE) ha propuesto la distribución de 160 mil refugiados a todos los países de la Unión Europea (UE) según criterios de población, desempleo y renta nacional.
Sin embargo, las autoridades de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría han rechazado esta medida y miles de manifestantes también se han mostrado en contra en las calles de las distintas capitales de estos países.
La movilización de este tipo más grande se produjo en Varsovia, la capital de Polonia, donde más de cinco mil personas protestaron este sábado contra la acogida de inmigrantes. Los asistentes al evento demostraron su rechazo a la cultura musulmana con carteles que rezaban "El islam es la muerte de Europa".
Para el ministro de Exteriores checo, Lubomir Zaoralek, se debe mantener el control de la llegada de extranjeros al continente, pues habría que ver "según la capacidad que tengamos de acoger y ofrecer la integración", aseguró e hizo un llamado a acoger según cuotas voluntarias y no obligatorias.
Por su parte, el ministro de Luxemburgo, Jean Asselborn, uno de los principales impulsores para acoger migrantes, dijo que "no se trata de crecimiento, ni del euro, sino de seres humanos", y agregó que "no podemos dejar solos a Italia y Grecia", haciendo referencia a los más de 300 mil inmigrantes que han llegado a estos países en el último año.
Cabe destacar que mientras en Praga y Brastislava los asistentes a estas manifestaciones no superaron las mil personas, en las mismas capitales hubo contra manifestaciones a favor de la acogida de los refugiados.