Grupos ecologistas australianos arremetieron el martes contra un nuevo proyecto de planta gasística en las cristalinas costas del noroeste del país, asegurando que va a diezmar la lucha internacional contra el cambio climático.

La empresa Woodside Petroleum, que se está convirtiendo rápidamente en un importante actor energético, anunció el lunes la culminación de sus planes para invertir 12.000 millones de dólares en el remoto yacimiento de gas Scarborough y empezar la extracción en 2026.

Expertos y activistas aseguran que el proyecto es tan dañino como levantar 15 plantas de producción eléctrica de tamaño medio impulsadas por carbón y se mofa de los compromisos globales para frenar las inversiones en combustibles fósiles.

"Es muy grande, resultará en 1.600 millones de toneladas de emisiones durante su vida útil, unos 56 millones de toneladas al año", dijo a AFP Mark Ogge, principal asesor del centro de reflexión Australia Institute.

"Es algo increíblemente irresponsable de tirar adelante mientras el mundo hace lo que puede para frenar el cambio climático", indicó.

Pero la firma cuenta con el apoyo del gobierno conservador australiano, que recientemente aseguró que el país, uno de los principales exportadores de carbón y gas, seguiría vendiendo combustibles fósiles mientras alguien quisiera comprarlos.

El ministro de Recursos Keith Pitt aseguró el martes que el nuevo proyecto, que estará operativo hasta 2050, es "un gran logro" que muestra que "la demanda por nuestro gas y nuestros recursos continúan creciendo".

El consejero delegado de Woodside Petroleum, Meg O'Neill, indicó que Scarborough dará beneficios que ayudarán a "financiar proyectos futuros y nuevos productos energéticos".

Publicidad