AFP
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, responsabilizó este viernes a diputados opositores por protestas violentas y saqueos ante la falta de efectivo en el país, y pidió que esos delitos "en flagrancia" sean castigados.
"Hay identificadas en algunas fotos y videos de intentos vandálicos y algunos hechos de violencia de hoy algunos diputados de la MUD (...), la inmunidad (parlamentaria) no les alcanza hasta allí", manifestó el mandatario en una reunión de su gabinete, pidiendo "celeridad" a las autoridades judiciales.
Las protestas se dieron en varias ciudades del interior después de que este viernes dejara de tener validez el billete de 100 bolívares, el de mayor valor y circulación, que el mandatario mandó a sacar de las calles hace menos de una semana para combatir supuestas "mafias" que lo acaparaban en la frontera con Colombia.
Teniendo en cuenta que más de tres cuartas partes del dinero que circulaba en Venezuela lo hacía en billetes de 100 (0,15 dólares a la tasa oficial más alta), el país quedó prácticamente sin efectivo al no haber rastro de la anunciada llegada de los primeros valores de un nuevo cono monetario de hasta 20.000 bolívares.
Entre los saqueos a comercios y protestas de oeste a este, Maduro destacó el incendio de dos sedes de bancos estatales en Guasdalito (centro-oeste), en el que dijo que participaron dirigentes opositores que formaban parte de "mafias de bachaquerismo (contrabando) y tráfico de dinero" que operan mayormente en esa zona limítrofe con Colombia.
"Serán capturados y puestos tras las rejas en las próximas horas", manifestó Maduro. "Mano de hierro, ¡compadre!", gritó.
"Locura" antes de Navidad
Con solo tres días para depositar los billetes de 100 en los bancos, el presidente aseguró que quienes aún tuvieran esa denominación podrían hacer su "canje" a partir de este viernes en las dos únicas sedes del Banco Central de Venezuela (BCV), en Caracas y Maracaibo (oeste).
Pero eso no ocurrió.
Aunque más de 10.000 personas hicieron filas en Caracas bajo fuerte custodia militar, el BCV no tenía las anunciadas primeras monedas de 10, 50 y 100 bolívares ni los billetes de 500 y solo hizo depósitos electrónicos en las cuentas de los solicitantes.
"Es la peor locura que podían hacer en estos días antes de Navidad. Habría que poner a los del gobierno a hacer estas colas y que se queden sin billete", decía María Barbeira, una jubilada de 72 años.
Las autoridades tampoco distribuyeron a los bancos las nuevas monedas y billetes, como había prometido hacer desde el jueves. Entretanto, los comercios solo aceptaban pagos con tarjeta o con los escasos billetes viejos de 10, 20 y 50 bolívares, y la mayoría de cajeros automáticos no daban dinero.
Maduro pidió "comprensión" para que el proceso de transición "termine de salir bien" y ordenó que hasta el próximo día 20 el transporte gestionado por el Estado sea gratuito, así como un descuento temporal de 2% en impuestos para pagos electrónicos.
"¿Que puede haber algunas dificultades mientras superamos esta situación? Era obligante, ineludible, inevitable, sacar de circulación los billetes de 100", manifestó el mandatario en la tarde.
Sin saber qué pasó con los millones de monedas y billetes que el gobierno dijo que debían llegar progresivamente importados desde el exterior, la desesperación se adueñó del país petrolero, donde la inflación de tres dígitos hace que se necesiten fajos de billetes para hacer una simple compra, y muchos alimentos y medicamentos están en grave escasez.
"Caos inducido" por el gobierno
"Denunciamos ante el mundo que el pueblo venezolano ha sido sometido a una situación de caos inducido desde el gobierno", señaló la MUD en un comunicado previo a la acusación de Maduro, en el que pedía al Ejecutivo "rectificar"; mientras que el líder opositor Henrique Capriles propuso una prórroga para el depósito de billetes en agencias bancarias.
Nadie creía que los viejos billetes se fueran sin que hubieran llegado los nuevos.
"¡Esto es el mundo al revés! Si normalmente no hay comida, ahora resulta que ya no hay ni billetes para comprar", dijo a la AFP Jesús García, un vendedor informal de 21 años que llegó a las cuatro de la madrugada al BCV.
"¿Por qué no dolarizan el país? ¡Esto no sirve!", gritaba en la cola Anais Ríos, otra vendedora ambulante que depende del efectivo para trabajar.
Que el BCV no tuviera los nuevos billetes era más complicado aún para quienes no poseen cuenta bancaria como Pedro Jose Oviedo, electricista de 70 años que cargaba una bolsa de plástico con sus ahorros en billetes de 100, desafiando la inseguridad en las calles caraqueñas.
El Banco Central daba a esas personas 'bouchers especiales', que deben canjearse luego en agencia bancarias, aunque ahí no haya dinero ahora.
"Estas son las medidas más absurdas que he visto nunca, pero aquí nos tenemos que quedar... A ver que día amanece uno frío (muerto)", decía el anciano.
Analistas tratan de poner luz a los efectos de esta insólita situación, que ya hizo bajar casi a la mitad la cotización del llamado dólar paralelo.