El Presidente Nicolás Maduro roza este domingo el control del Parlamento en unas elecciones boicoteadas por la oposición, sin respaldo internacional y con centros de votación vacíos.
El triunfo le dará poder sobre la única institución en control de sus adversarios desde 2015, cuando rompieron 15 años de hegemonía. Sin embargo, Maduro anuló en la práctica la cámara con la Corte Suprema de línea oficialista y una todopoderosa Asamblea Constituyente, que dejará de funcionar en diciembre.
Los centros de votación, que abrieron a las 10H00 GMT, comenzaron a cerrar sobre las 23H00 GMT en un proceso que convocaba a más de 20 de los 30 millones de habitantes del país caribeño.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) decía buscar la "victoria perfecta" que pusiese fin al control que desde 2015 la oposición ejercía sobre el Legislativo.
Sin embargo, constató la AFP, muchos de los centros de votación estuvieron vacíos o con pocas personas en fila a lo largo del día.
"Tuvimos paciencia, la sabiduría, para esperar esta hora, este día y sacarnos de encima a esta Asamblea Nacional nefasta (...), que trajo la plaga de las sanciones, de la crueldad, del dolor, del sufrimiento", dijo Maduro a periodistas tras votar en la principal instalación militar de Caracas, Fuerte Tiuna. Cambió su dirección habitual de sufragio.
A la espera del anuncio de resultados, el líder opositor Juan Guaidó condenó de antemano un "fraude".
"El fraude ha sido consumado. El rechazo mayoritario del pueblo de Venezuela ha sido evidente (...). La mayoría de Venezuela dio la espalda a Maduro y a su fraude", expresó en referencia a la posibilidad de una alta abstención el jefe parlamentario, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, entre ellos, Estados Unidos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, tachó en Twitter de "farsa" y "fraude" las elecciones parlamentarias.
Washington lidera la presión contra Maduro con sanciones económicas a Venezuela, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
"¡Habló un zombie! (...). Ojalá que muy pronto vuelva la diplomacia al Departamento de Estado y a la Casa Blanca", reaccionó el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, aludiendo a la derrota electoral de Donald Trump ante el demócrata Joe Biden.
Maduro había llamado más temprano a pedir a "el levantamiento de todas las sanciones al nuevo gobierno de Estados Unidos de Joe Biden, en una sola voz".
En tanto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo que desconocerá también el resultado de este domingo.
"Esto es una humillación"
El uso del tapabocas fue obligatorio en los centros de votación, con marcas en el piso para mantener el distanciamiento físico por la pandemia de covid-19.
En la barriada 23 de Enero de Caracas, bastión del chavismo, los centros estuvieron más concurridos que en otros sectores de la capital venezolana.
Pero en algunas ciudades había más personas esperando para abastecer combustible que para votar, reflejo de la crisis económica del país.
"Esto es una humillación", dijo a la AFP José Alberto, que tenía horas esperando en una estación de servicio. "No voy a votar", agregó.
Los grandes partidos de oposición ya se abstuvieron en las elecciones presidenciales de 2018, que denunciaron como fraudulentas, justificación para que Guaidó se proclamara desde la jefatura del Parlamento como presidente encargado.
Con todo, una pequeña fracción disidente de la oposición buscará ganar alguno de los 277 escaños en juego.
"Ejercimos nuestro derecho al voto con la firme convicción de que UNIDOS vamos a cambiar el país", escribió Timoteo Zambrano, parte de esa oposición que sí participó.
"Comprometerse con Venezuela"
Guaidó llama ahora en paralelo a un plebiscito (7-12 de noviembre) para prolongar el período parlamentario hasta que haya "elecciones libres, verificables y transparentes".
Esa consulta solo será simbólica, pues Maduro ejerce control territorial e institucional con apoyo de la Fuerza Armada.
Además de Estados Unidos, la Unión Europea, que intentó sin éxito posponer las legislativas, desestimó que estas sean "creíbles", por lo que su reconocimiento al proceso es poco probable, comentaron fuentes europeas a la AFP.
"Deseo que la Unión Europea haga una reflexión", indicó a su vez el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que lideró fallidos procesos de diálogo en Venezuela y actúa hoy como observador electoral. "¿No reconocer es desentenderse? Hay que comprometerse".
Los expresidentes de Bolivia Evo Morales de Bolivia, de Ecuador Rafael Correa y de Paraguay Fernando Lugo, junto a la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, están entre los invitados.
"Estas elecciones van a fortalecer la democracia en América Latina", señaló Morales.