En medio de especulaciones por una pronta resolución del caso, el próximo miércoles 3 de mayo se cumplirán 10 años de la desaparición de la niña británica, Madeleine McCann.
En la antesala de que se cumpla un nuevo año sin tener noticias de la menor de edad que ahora tendría 14 años, su madre Kate MacCann (48) publicó una nota en la página de Facebook que se ha utilizado para dar impulso a la búsqueda de nuevas pistas.
En el texto, la mujer plantea que cuando se perdió la pequeña no podía siquiera imaginar que pasarían años hasta dar con su paradero. "Shawn Hornbeck estuvo secuestrado y escondido durante más de cuatro años, Natascha Kampusch durante más de ocho. No pude imaginarme ahí, y ahora aquí estamos... Madeleine, nuestra Madeleine, diez años", expresó.
Además, dice que "todos los días son similares al resto. El 3 de mayo es otro día. Pero diez años es una marca horrible de tiempo, de tiempo robado".
Sin embargo, adelanta que "es probable que (ese día) sea estresante y doloroso. Más aun teniendo en cuenta el refrito de viejas historias, la desinformación, las verdades a medias y las mentiras que estarán publicando los periódicos, medios de comunicación social y programas de televisión".
Por último, la madre de la víctima expresa que "realmente espero que los reportes de la historia en las próximas semanas tengan conciencia. Que por lo menos tengan un poco de consideración por Gerry (el padre) y por mi sea mostrada, que al menos piensen en el efecto que esa negatividad infundada puede tener sobre nuestros hijos y por supuesto, sobre Madeleine".
Si bien la declaración no hace mención a este punto, se conoce a solo días que el ex investigador del caso Gonçalo Amaral asegurara en un reportaje del programa "Sunday night" en Channel 7 de Australia que "el matrimonio McCann (es el culpable). No hay pruebas de que la niña fuera secuestrada. Por el contrario, hay pistas que indican que los padres fueron negligentes y hay pistas de que el cuerpo fue escondido".
En tanto, el comandante de Scotland Yard, Mark Rowley, aseguró al medio The Sun que "existe una línea de indagación en la que merece la pena seguir buscando".
Desde 2011 los investigadores del caso han inspeccionado la zona numerosas veces, han interrogado a más de 600 personas, incluidos los padres. Han analizado más de 40.000 documentos, cámaras de seguridad y rastreado todo el perímetro del resort donde se perdió en Portugal, pero sin éxito.
