AFP

El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó el a Nueva Caledonia para una visita delicada, 30 años después de unos episodios sangrientos en este archipiélago francés del Pacífico y a seis meses de la organización de un referéndum sobre la independencia.

Macron, que acaba de pasar tres días en Australia para reforzar "la relación estratégica" con ese país, permanecerá hasta el 5 de mayo en la isla francesa de ultramar donde su visita provocó revuelo.

Una parte de la población se opone a que el presidente visite un monumento a los independentistas kanaks que los militares franceses mataron hace treinta años.

El 5 de mayo de 1988, el ejército asaltó la cueva de Ouvéa, donde los activistas tenían secuestrados a unos gendarmes. Murieron en la operación 21 personas: dos militares y 19 kanaks, algunos de ellos en ejecuciones sumarias.   

Macron será el primer presidente francés que visite Ouvéa desde este drama, que traumatizó profundamente a la población.

Irá también al memorial por cuatro gendarmes muertos el 22 de abril de 1988 a manos de un comando independentista que después secuestró a otros 27 gendarmes.  

Tras las tensiones independentistas de los años 1980, París y Nouméa acordaron una gran autonomía para la isla, francesa desde 1853.

En 1998, se instauró un proceso progresivo de descolonización con la organización de un referéndum de independencia que se celebrará el 4 de noviembre. 

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