Por AFP
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró este martes que "confía" en una solución pacífica ante el "acto de fuerza" del gobierno independentista en Cataluña, cuyo presidente, Carles Puigdemont, podría declarar unilateralmente la independencia en unas horas.
"Hay un acto de fuerza de los catalanes, mi deseo es que se resuelve pacíficamente, creo que ese será el caso, confío en ello", afirmó Macron en un debate en la universidad Goethe de Fráncfort (oeste de Alemania) antes de la inauguración de la Feria del Libro.
Asimismo, La UE cierra filas con Madrid. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk llamó este martes al independentista Carles Puigdemont a abstenerse de tomar una decisión que vuelva el "diálogo imposible", en declaraciones ante el Comité Europeo de las Regiones.
"Hoy le pido que respete en sus intenciones el orden constitucional [de España] y que no anuncie una decisión que vuelva tal diálogo imposible", dijo Tusk, quien recordó que hace días pidió al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que buscara una solución en base al diálogo "sin el uso de la fuerza".
Nuevamente, estas declaraciones llegan poco antes de que el pesidente catalán se pronuncie sobre la situación de Cataluña. Será el primer discurso ante el parlamento regional desde la celebración del referéndum de independencia prohibido por la justicia española y marcado por las cargas policiales para impedir la votación.
El contenido de este discurso es una incógnita. Inicialmente, prometió declarar la secesión como colofón a la escalada con el gobierno central de Mariano Rajoy, firmemente opuesto a permitir una consulta legal reclamada por una amplia mayoría en la región.
Ante el Comité Europeo de las Regiones, Tusk aseguró dirigirse a Puigdemont no sólo como presidente del Consejo Europeo, sino también como "miembro de una minoría étnica", un "regionalista", "un hombre que sabe qué se siente al ser golpeado por un bastón policial" y como ex primer ministro de Polonia.
"En resumen, como alguien que entiende y siente los argumentos y las emociones de todos los lados", agregó el presidente de esta institución europea, que coordina los trabajos de los 28 mandatarios europeos y para quien "la fuerza de los argumentos es siempre mejor que el argumento de la fuerza"
En su llamado a Puigdemont, Tusk aseguró que "la diversidad no debe ni tiene que conducir a conflictos, cuyas consecuencias obviamente serían malas para los catalanes, para España y para toda Europa". "Busquemos siempre lo que nos une y no lo que nos divide", agregó.
Ante la posibilidad de una declaración unilateral de independencia por parte del gobierno catalán, el influyente ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, deseó que "cada uno actúe en base al derecho aplicable, de cara a evitar desarrollos que nadie quiere".
Aunque la Comisión Europea rechazó "especular" sobre el discurso de Puigdemont, reiteró su postura oficial que, en líneas generales, coincide con la de Madrid: el referéndum "no fue legal" y la situación en Cataluña es un "asunto interno" de España.
Fuera de la Constitución, fuera de la UE
Los mensajes de las capitales de este bloque de 28 Estados vino de la parte de los ministros de Finanzas, algunos de los cuales abordaron la crisis política con el responsable español de Economía, Luis de Guindos, antes de un Consejo de la UE en Luxemburgo.
"Lo que puedo decir es que todos han apoyado la posición del gobierno español", aseguró De Guindos, en referencia a los responsables de Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Estonia, Finlandia y Hungría, así como con el vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis.
Todos ellos forman parte del Partido Popular Europeo (PPE, derecha), la principal familia política europea, si bien el ministro español se mostró convencido de que Madrid cuenta también con el apoyo de los "socialistas" y de los "liberales".
"Deseamos todo lo mejor a Cataluña, pero creemos que la solución está en la Constitución española. Fuera de la Constitución española no es una buena solución", apuntó Schäuble.
El referéndum celebrado en Cataluña, donde según el gobierno regional se impuso el sí a la independencia con el 90% de los votos, "no fue legal", según Bruselas, que precisó que, incluso en el caso de una separación legal, esta región quedaría fuera de la UE.
De Guindos advirtió con una figura retórica de las consecuencias de separarse de España y, por tanto, salir de la UE y de la zona euro: "No me imagino a más más del 70% de los productos catalanes sujetos a un arancel común (...), no me imagino una situación de inflación del 20%".
De Guindos rechaza mediación
Ante el recrudecimiento de la situación, especialmente desde las cargas policiales para impedir la votación en Cataluña, las instituciones europeas han reiterado su llamado al "diálogo" e incluso el ministro austríaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, propuso una mediación.
"Todo el mundo está dispuesto, si España lo pide, a mediar", aseguró Schelling en Luxemburgo, propuesta rechazada rápidamente por De Guindos ya que "el planteamiento del gobierno español en estos momentos no es un tema de mediación es un tema de la vuelta a la legalidad".
Pese al respaldo a Madrid, la preocupación planea en un bloque que enfrente su mayor crisis política, las negociaciones de divorcio con Reino Unido. La crisis en España "podría debilitar Europa", advirtió el presidente del Comité Europeo de las Regiones, Karl-Heinz Lambertz.
Más cauto, el ministro austríaco urgió a no "sobreestimar la "situación en el interior de un país" y a la "prudencia". "No espero que esto termine en una crisis del euro y de la UE", agregó.