Los conservadores organizados en torno a Nikola Gruevski (foto) lograron una nueva victoria en los comicios anticipados de Macedonia. Aunque el resultado fue ajustado, el electorado no le pasó factura por el escándalo de las escuchas ilegales que le forzó a dimitir como primer ministro.

Con el 90 % de los votos escrutado, la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE) obtuvo un 38,3 %, casi cinco puntos por debajo de las elecciones generales de 2014. La opositora Unión Socialdemócrata (SDSM), liderada por Zoran Zaev, que provocó la dimisión de Gruevski en enero pasado al destapar el escándalo de escuchas, consiguió el 36,3 %, un resultado que no solo mejora en once puntos el de los comicios anteriores, sino está claramente por encima de lo que le habían vaticinado los sondeos electorales.

"VMRO es el ganador de estas elecciones, es la décima victoria de VMRO y su coalición. Estamos deseosos de entrar en el proceso de formar una coalición de Gobierno en los próximos días y semanas", dijo Gruevski. Los socialdemócratas lograron sobre todo arañar el voto de la población de etnia albanesa, que comporta el 25 % del total de este pequeño país balcánico de dos millones de habitantes.

En la campaña la SDSM provocó las iras de los conservadores al prometer más derechos a la minoría albanesa, como una mayor implantación de la lengua albanesa en el país y mayores atribuciones a nivel local. 

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